Quien mucho abarca...

La doctrina para elegir los cuadros dirigentes de la nueva etapa que reinició Javier Arenas al frente del PP andaluz en 2004 iba a ser la dedicación exclusiva. Han pasado más de tres años y aquel precepto ha quedado sepultado bajo las necesidades electorales. Seis de los ocho cabezas de cartel para las elecciones autonómicas de marzo de 2008 tienen responsabilidades en los ayuntamientos, cuatro como alcaldes y dos como jefes de la oposición. Los otros dos son importantes cargos en el partido, uno de ellos el secretario regional, Antonio Sanz. Han podido ocurrir dos cosas: la experiencia de esta legislatura ha demostrado que pueden atender perfectamente todos los flancos sin descuidar ninguno, o bien el PP no tiene mejores dirigentes para liderar las listas.

La primera está descartada. En estos casi cuatro años de mandato, los diputados del PP que son alcaldes han ido a uno de cada dos plenos. En el caso de los regidores de Almería (Luis Rogelio Rodríguez Comendador) y Huelva (Pedro Rodríguez), su presencia en un pleno en su integridad (todos los puntos) es de dos de cada diez. En cualquier caso, la actividad parlamentaria de ambos es prácticamente nula, el almeriense se ha ocupado en este tiempo de dos únicas iniciativas, y el onubense, de una.

Según un estudio que ha hecho el PSOE a partir del registro oficial de la Cámara, el 38% de los diputados del PP son alcaldes. De los 14 alcaldes que han analizado, además de los Almería y Huelva, destaca la poca asistencia de la ex alcaldesa de Jerez María José García Pelayo (11 plenos) y del ex regidor de Jaén Miguel Sánchez de Alcázar. También llama la atención José Luis Sanz, alcalde de Tomares (Sevilla) sólo desde los comicios del pasado mayo, que ha faltado a 25 plenos. La media de asistencia, según los datos socialistas, es del 54,6%; la de no asistencia, del 23,6%; y la de asistencia parcial, del 21,7%. En el extremo opuesto figura Carlos Rojas, quien pese a ser alcalde de Motril (Granada), ha acudido al 90% de los plenos -el que más-, seguido de Esperanza Oña (86,7%), alcaldesa del Fuengirola, que es la portavoz parlamentaria desde el congreso andaluz de septiembre de 2004. Muy cerca está igualmente por su regularidad en cumplir con sus obligaciones parlamentarias Begoña Chacón (85%), alcaldesa de Benalauría (Málaga). Por actividad y trabajo, la presencia en la Cámara es paralela a iniciativas formuladas y defendidas. Mientras que la lista de los últimos es muy abultada, la de los alcaldes semiabsentistas (la mayoría) es testimonial. Los socialistas critican que Arenas, pese a lo que dijo cuando se hizo cargo del PP andaluz, quiere convertir el Parlamento en una especie de "cámara territorial de alcaldes" que, en su opinión, devalúa el sentido político de la institución. Además, subrayan que la poca presencia de sus diputados alcaldes resta representatividad a las provincias por la que han salido: "Los ciudadanos deberían saber que votar a un candidato que es a su vez alcalde lleva aparejado un menor valor de su voto", señaló el portavoz del PSOE, Manuel Gracia.

Pedro Rodríguez, Carlos Rojas y Esperanza Oña encabezarán las listas de Huelva, Granada y Málaga en 2008. A ellos se suman las apuestas municipales de Córdoba, José Antonio Nieto, y Sevilla, Juan Ignacio Zoido, quien en su corta carrera como militante del PP (desde 2004) ha asumido en un tiempo récord una amplia gama de responsabilidades: secretario general de Andalucía, candidato a la alcaldía de Sevilla y ahora cartel a las autonómicas en esta ciudad.

Un caso parecido, aún más extremo, fue el de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien logró desempeñar a la vez nada menos que cuatro cargos de envergadura: presidenta del PP regional, presidenta del grupo parlamentario, alcaldesa de Cádiz y senadora. Tras la llegada de Arenas ha continuado formulando las preguntas al presidente de la Junta en las sesiones de control al Gobierno, pero sus cometidos de índole autonómica se han quedado ahí. De hecho, en las próximas elecciones volverá otra vez al Congreso de los Diputados.

Desde el PP se reconoce que la exclusividad que se buscó en un principio ha quedado a un lado, y se han elegido perfiles con peso en la organización y que sean conocidos por los electores. Está claro que esta máxima ha podido más que el refrán de que quien mucho abarca, poco aprieta.