El federalismo ya está aquí

Más dinero. Las autonomías siempre piden más dinero. ¿Hasta dónde puede llegar la descentralización española? ¿Qué sucedería si todas las comunidades tuviesen el mismo régimen foral que el País Vasco y Navarra? ¿O si dispusiesen de un estatuto de nación similar al de Cataluña? El ex asesor de la Consellería de Economía de la Xunta de Galicia y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, Santiago Lago Peñas, pone sobre la mesa una obra coral en la que 19 de los mejores expertos españoles en financiación autonómica destripan la realidad económica del estado de las autonomías.

El libro no deja margen a la opinión política. Sus cuadros, clasificaciones y análisis muestran cuáles son las autonomías que más reciben y cuáles las que más dan; las que cobran más y menos tributos cedidos; las mejor tratadas por las inversiones del Estado y los fondos europeos; y las que mejor gestionan el dinero que reciben de la solidaridad financiera. Pero lo más novedoso de la obra son sus aportaciones hacia el futuro, es decir, un diseño estrictamente técnico sobre la mejor solución para negociar un nuevo marco de financiación autonómica.

El trabajo se divide en 13 capítulos y 441 páginas en las que participan investigadores españoles de varias autonomías. La nómina de autores incluye al profesor de la Universidad de Georgia, Jorge Martínez; Alfonso Utrilla de la Hoz (Universidad Complutense de Madrid), Ignacio Zubiri (Universidad del País Vasco), Julio López Laborda (Universidad de Zaragoza), José Sánchez Maldonado (Universidad de Málaga), Jesús Ruiz Huerta (Universidad Rey Juan Carlos), María Teresa Vilalta (Universidad de Barcelona) o María Jesús Sansegundo (Universidad Carlos III de Madrid).

"La descentralización realizada en España en los últimos 25 años ha sido extraordinaria, pero es posible mejorar y fortalecer el sistema autonómico. De eso se trata", apunta Santiago Lago en la introducción del libro. Lago subraya que a nadie debe extrañar la tensión casi permanente entre las autonomías y el Gobierno central para negociar nuevos modelos de financiación. "Todos los países federales del mundo revisan y ajustan el reparto", explica el investigador gallego.

La primera parte del libro analiza la situación actual, mostrando, autonomía por autonomía, cuál ha sido el resultado en dinero, producto interior bruto (PIB), impuestos y redistribución de riqueza en la descentralización realizada hasta ahora.

En la segunda parte el trabajo trata de responder a cuánto dinero más necesitan las autonomías españolas. En estos capítulos, los diferentes autores realizan simulaciones sobre el traslado de los sistemas forales a las autonomías de régimen común y viceversa, así como una prospectiva de competencia y fondos de la Comunidad de Cataluña aplicada a todas las demás autonomías españolas.

La tercera parte del libro entra en las consecuencias reales del federalismo financiero. Los gastos en sanidad, educación y servicios sociales por autonomías constatan qué han ganado los ciudadanos con este proceso, en términos del Estado del bienestar. El último apartado está coronado con un trabajo sobre la descentralización directa que aplica el Estado en forma de su reparto de inversiones: qué autonomías son mejor y peor tratadas por las inversiones del Gobierno central (2002-2007); qué comunidades han recibido más transferencias (no políticas, si no de capital); y qué autonomías son las más beneficiadas por el Fondo de Compensación Interterritorial (FCI) y por el reparto central de los fondos europeos de cohesión.

En sus conclusiones, Lago es muy contundente. "El avance de la descentralización ha sido más político que técnico" y "es muy importante el aprendizaje de una cierta cultura federal para aceptar la diversidad no discriminatoria", señala Lago.