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El Banco de España limita el crecimiento previsto en 2008 al 3% por la incertidumbre

Fernández Ordóñez reclama más transparencia a las entidades financieras ante la crisis

Alejandro Bolaños

Cuanto más se tarde en calibrar el impacto real de la crisis de liquidez en los mercados financieros, más probable es que el crecimiento económico se resienta. Ése fue uno de los mensajes que lanzó ayer el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en una comparecencia en el Congreso. La incertidumbre se cuela también en las previsiones sobre el futuro más próximo. Fernández Ordóñez afirmó que la economía española puede crecer "en torno al 3%" en 2008, y advirtió que aumentan los riesgos de un comportamiento "a la baja" en la actividad económica.

El gobernador del Banco de España abrió ayer las comparecencias planteadas por la comisión de Presupuestos del Congreso para analizar el proyecto elaborado por el Gobierno para 2008. Pero Fernández Ordóñez dedicó buena parte de su intervención a describir cómo queda el escenario económico tras la irrupción de la crisis crediticia alimentada por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses.

"Aún persisten incertidumbres que dificultan la normalización de los mercados financieros", dijo Fernández Ordóñez, aunque aprovechó para defender "la rápida respuesta de la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo". En estos dos últimos meses, los bancos centrales han tenido que abrir el grifo de los créditos extraordinarios para aportar más de 300.000 millones de euros al sistema financiero. La incertidumbre sobre qué entidades tienen títulos de deuda respaldados por hipotecas de alto riesgo ha elevado los recelos de los bancos a prestarse dinero entre sí.

"Disipar las incertidumbres va a requerir un esfuerzo adicional por parte de las entidades para incrementar el grado de transparencia de sus operaciones", añadió el gobernador, no sin antes puntualizar "el margen de seguridad que ha proporcionado" al sistema financiero español su insignificante exposición a los títulos de deuda que encendieron la crisis y la "solidez" de las entidades de crédito españolas.

La evolución de los mercados financieros "sugiere un incremento de los riesgos a la baja sobre la actividad económica", vaticinó Fernández Ordóñez, quien detalló "los aspectos que pueden ser cruciales para el desenlace de este episodio": el alcance de la desaceleración de la economía estadounidense, el endurecimiento de las condiciones de crédito y la duración de la crisis.

Al referirse a la evolución de la economía española, el máximo responsable del organismo supervisor insistió en lo dicho en comparecencias recientes en el Congreso y el Senado. "Los pocos datos que hay del tercer trimestre confirman una desaceleración suave con un cierto cambio en la composición del crecimiento", dijo, en referencia a la menor contribución del consumo y la construcción.

Para Fernández Ordóñez, habrá "escasas desviaciones" sobre la estimación realizada en marzo por el Banco de España para 2007, que situaba el crecimiento del PIB en un 3,7% (una décima menos que la última previsión del Gobierno). Para el próximo año, el gobernador rehusó ser tan conciso por la falta de datos fiables, pero apuntó a un crecimiento "en torno al 3%".

El portavoz de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, reclamó al gobernador que diera su opinión sobre lo acertado de la previsión con la que el Gobierno (3,3% en 2008) ha elaborado el proyecto de Presupuestos. "Todo el mundo ha revisado sus expectativas económicas", clamó Arias Cañete, quien recordó varias estadísticas recientes que manifiestan "signos claros de una notable desaceleración".

El gobernador del Banco de España se reafirmó en que la situación de incertidumbre le impedía dar un pronóstico más preciso. "La horquilla de estimaciones es ahora mucho más holgada", señaló Fernández Ordóñez. Y apuntó al "papel clave" que tendrá la evolución del sector exterior. Al dirigente popular no le gustó la respuesta y acusó al gobernador de "actuar casi como un secretario de Estado".

Más superávit

Sobre el superávit de las cuentas públicas (fijado en el 1,15% del PIB para 2008), el gobernador del Banco de España insistió en su reclamo al Gobierno para que mantenga su política presupuestaria. "Si hay más ingresos de los previstos, como ha ocurrido en otros años y como pensamos que ocurrirá en 2008, es muy importante que sirvan para aumentar el superávit", afirmó Fernández Ordóñez.

Unas horas después, el Gobierno, por boca del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, se reafirmó en que no cambiará sus previsiones y que el crecimiento "superará el 3%" en 2008. También informó de que, según sus estimaciones, el superávit de 2007, "estará en línea con el resultado final de 2006, un 1,8% del PIB", cinco décimas más que la última previsión.

Fernández Ordóñez, en la comisión de Presupuestos del Congreso.
Fernández Ordóñez, en la comisión de Presupuestos del Congreso.EFE

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