Antidepresivos con riesgo de fractura
Los fármacos inhibidores de la serotonina podrían disminuir la densidad ósea en hombres y mujeres mayores
La nueva generación de antidepresivos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS, podría asociarse con un aumento de la tasa de fracturas óseas en hombres y mujeres mayores, según indican dos estudios publicados en la revista Archives of Internal Medicine. Estos antidepresivos tratan la depresión inhibiendo la proteína que transporta la serotonina (un neurotransmisor implicado en el sueño y la depresión), pero según se ha descubierto recientemente esta proteína también está presente en los huesos, aumentando la preocupación de que los antidepresivos afecten a la densidad ósea y al riesgo de fracturas. Los ISRS representan el 62% de las recetas de antidepresivos en EE UU, y se administran con frecuencia a ancianos.
Uno de los estudios, realizado con 2.722 mujeres de 78,5 años de edad media, descubrió que la densidad ósea de las que habían tomado antidepresivos ISRS en los últimos cinco años había disminuido el doble que la de las ancianas que no tomaron antidepresivos o tomaron antidepresivos tricíclicos convencionales (0,82% frente a 0,47%).
"Una posible explicación de nuestros resultados es que los antidepresivos ISRS tal vez tengan un efecto destructor directo sobre el hueso", escriben los autores, encabezados por Susan J. Diem, de la Universidad de Minnesota. "Esta teoría está respaldada por los resultados obtenidos en las investigaciones de laboratorio in vitro y con animales".
"Nuestros resultados indican que, en esta cohorte [grupo de mujeres estudiadas], el uso de antidepresivos ISRS va asociado con un aumento del porcentaje de pérdida de hueso en la cadera", afirman los autores. Aunque parte de esa relación puede deberse a que a las mujeres a las que se les recetaba ISRS eran distintas a aquellas a las que no se les había recetado, "es de esperar nuevas investigaciones sobre el uso de ISRS y los porcentajes de cambio de la densidad mineral ósea en otras poblaciones con mayor seguimiento, dado el reciente hallazgo de transmisores de serotonina en los huesos".
En otro estudio similar, realizado con 5.995 hombres mayores de 65 años (edad media de 73,7 años) y publicado en la misma revista, se constató que la densidad mineral ósea en la cadera era un 3,9% inferior entre los consumidores de ISRS que entre los hombres que no tomaban ningún antidepresivo. De manera similar, la densidad mineral en la columna era un 5,9 inferior entre los consumidores de ISRS que entre los no consumidores. No se detectó diferencia significativa ni en la cadera ni en la columna entre los hombres que tomaban antidepresivos tricíclicos y aquellos que no tomaban antidepresivos.
"Estas asociaciones son biológicamente verosímiles y clínicamente importantes", concluyen los autores, de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón. "Dado que en la población en general predomina el uso de los ISRS, nuestros resultados tienen consecuencias importantes para la sanidad pública. Si se confirman, las personas que toman ISRS deberían ser objeto de controles de osteoporosis e intervenciones preventivas".
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