Empresas francesas evacuan a las familias de sus técnicos en Argelia
Siete militares y 22 terroristas muertos durante el fin de semana
Primero fueron, en septiembre, dos empleados de la empresa Aéroports De Paris amenazados de secuestro por la rama magrebí de Al Qaeda. Después han sido unos 40 familiares de los ejecutivos de Michelin los que han sido evacuados de Argelia. Ante el auge del terrorismo, las empresas francesas empiezan a repatriar a todo el personal que no es imprescindible para el funcionamiento de sus negocios.
Ayman al Zawahiri, el número dos de Al Qaeda, hizo el 20 de septiembre un llamamiento a sus fieles para que "limpien el Magreb de los hijos de Francia y España". Al día siguiente Al Qaeda hirió en un atentado en Lajdaria, al este de Argel, a dos técnicos franceses de Razel, una empresa de obras públicas.
Otras compañías quieren evitar poner en riesgo a su personal. Michelin, el fabricante de neumáticos, aseguró haber repatriado a las familias de Argelia a "título preventivo".
"No es una decisión específica de Michelin", declaró su portavoz, Fabienne de Bredisson. "Hay otros muchos ciudadanos franceses que han sido repatriados", añadió. "Pero no se han producido amenazas específicas y ninguno de nuestros trabajadores ha sido repatriado".
La decisión de Michelin ha sido un golpe para Argelia y no solo por el daño que causa a su imagen en la prensa. Es la más antigua empresa francesa en Argelia donde se instaló en 1963, justo después de la independencia. La violencia terrorista que sacudió el país a principios de la década de los noventa la obligó a cerrar en 1993, pero nueve años después fue de las primeras en reabrir. Invirtió 40 millones de euros en una planta en la que fabrica medio millón de neumáticos al año, de los que más de la mitad son exportados.
Por todas estas razones la prensa de Argel sostenía ayer que la iniciativa de Michelin "preocupa a los empresarios argelinos y provoca el descontento de las autoridades políticas" deseosas de atraer inversión extranjera en sectores que no sean los hidrocarburos.
En un análisis titulado Terror y economía, difundido a principios de mes, el Oxford Business Group señalaba que la violencia obstruirá las reformas económicas y "desalentará a los inversores extranjeros". Reconocía, no obstante, que la amenaza es real.
Cancelación de viajes
El ejemplo de Michelin cunde entre las empresas francesas. Dieciséis técnicos de Vinci Construction, que construye el metro de Argel, han salido del país, anunciaba ayer el diario Le Soir d'Algérie, mientras que la web informativa Tout sur l'Algérie indicaba que ocho pymes de Alsacia y Lorena y una delegación de la multinacional LVMH habían cancelado sus viajes a Argel.
Las empresas españolas, menos numerosas que las francesas, no han tomado medidas similares. "Las familias de sus ténicos y ejecutivos destinados en Argelia permanecen en España", comentó una fuente diplomática española. No se trasladan a Argel porque en esa capital "los niños solo pueden ser escolarizados en árabe o francés", añade.
Desde principios de año la violencia terrorista se ha cobrado más de 400 muertos en Argelia, pero solo uno -un técnico ruso- es extranjero. También fue secuestrado un ingeniero egipcio en Cabilia. La gran mayoría de las víctimas se han producido en zonas alejadas de las grandes ciudades en las que no residen los extranjeros.
El pasado fin de semana arrojó otros 29 muertos -7 militares y 22 islamistas- en enfrentamientos armados en la provincia de Tebesa, a unos 650 kilómetros al este de Argel, cerca de la frontera con Túnez.
El Ejército emprendió allí una ofensiva después de haber obtenido información sobre la presencia de terroristas proporcionada por los 11 jóvenes detenidos en Batna por complicidad en el atentado frustrado contra el presidente Abdelaziz Buteflika del 6 de septiembre. Un kamikaze mató a 25 personas e hirió a más de cien.
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