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A Coruña combatirá el botellón abriendo de noche centros sociales

El Ayuntamiento organizará conciertos y fiestas para jóvenes

Coincidiendo con la polémica ciudadana por el auge del botellón en plazas públicas del centro de A Coruña, el Ayuntamiento perfila un ambicioso proyecto para ampliar las actividades y los horarios de apertura de sus 14 centros sociales con el fin de atraer sobre todo a los jóvenes, que hasta ahora nunca pisaron esas instalaciones municipales. Abrirán por la noche para acoger conciertos y sesiones de pinchadiscos.

El plan, diseñado por la concejala de Servicios Sociales, la socialista Silvia Longueira, incluye realizar obras con artistas de la ciudad así como un proyecto pionero en España para hacer documentales audiovisuales sobre el pasado más reciente de A Coruña. Convencida de que el uso del tiempo, sobre todo el que se dedica al ocio y actividades lúdicas, "está cambiando de forma acelerada" y que "la vida urbana se prolonga cada vez más a horarios nocturnos", Longueira trabaja desde que se estrenó en el cargo, en junio pasado, en perfilar ese plan para reavivar los centros cívicos con el fin de incrementar su aprovechamiento y "dar cabida a todos".

La idea surgió antes de dispararse, en septiembre, el conflicto social que representan los botellones en la Ciudad Vieja, pero se plantea ahora como una de las posibles alternativas que las autoridades locales están tratando de articular para atajar las molestias y problemas que causan esas concentraciones masivas de jóvenes.

La responsable municipal de Servicios Sociales ya está en negociaciones con grupos musicales de la ciudad así como pinchadiscos de renombre en el ámbito local o gallego para organizar cada fin de semana conciertos y fiestas nocturnas, desde medianoche hasta las dos de la madrugada, en las instalaciones socioculturales del Ayuntamiento repartidas por los barrios más populares de A Coruña. Hasta ahora, sólo se organizaban bailes vespertinos con orquesta destinados preferentemente a personas de la tercera edad.

Y con el fin de aprovechar "la cantera amplia y de alto nivel" de artistas que tiene la ciudad, Longueira trata de organizar talleres en los que los ciudadanos, en colaboración con un creador, realicen un proyecto. La iniciativa, que funciona con éxito en Barcelona o en Francia, pretende ampliar los tradicionales cursos de pintura, dibujo o fotografía que ofrecen los centros sociales para permitir a los ciudadanos de todas las edades participar y descubrir "otra dimensión del proceso creativo".

Cada artista plástico, fotógrafo, diseñador o dibujante, que deberá necesariamente ser natural o residente en A Coruña elegirá libremente un proyecto, "con las únicas limitaciones que imponen el espacio, el tiempo y el dinero", para realizar, en tres meses, con un grupo de trabajo. La concejala espera que estos talleres de proyectos artísticos, que también buscan fomentar la identificación de los coruñeses con su ciudad, cuaje en este último trimestre del año.

Talleres de radio

Esta renovada oferta de actividades en los centros cívicos de A Coruña también incluye talleres de radio, con ánimo incluso de formar parte de la programación habitual de alguna emisora local, así como la implantación de un proyecto pionero del Ministerio de Industria que eligió esta ciudad para lanzar, a finales de mes, su denominado archivo de la experiencia. Con ayuda de un escáner, una cámara de vídeo y un documentalista, los coruñeses mayores de 55 años son llamados a realizar pequeños vídeos con sus testimonios para tratar de reconstruir el pasado más reciente de su ciudad.

"No tiene nada que ver con la recuperación de la memoria histórica, sino que se trata de obtener un archivo ciudadano, recopilando testimonios y documentos, como pueden ser una antigua cartilla de racionamiento o un viejo tique del tranvía que circulaba en A Coruña", explica la concejala Silvia Longueira.

Cacerolas en la procesión

Una sonora cacerolada, intercalada con gritos de "fuera, fuera", acompañó ayer al alcalde de A Coruña, el socialista Javier Losada, y sus concejales durante la procesión de la Virgen del Rosario, la patrona de la ciudad.

Fue la protesta "cívica" de los residentes del casco antiguo contra el botellón que padecen cada fin de semana. Bajo el lema de Por el derecho al descanso, los vecinos hicieron patente su indignación por la falta de medidas para atajar un fenómeno que reúne las noches de jueves, viernes y sábados a miles de jóvenes.

El fuerte dispositivo policial que organizó este fin de semana el Ayuntamiento en la plaza de Azcárraga, el mayor punto de botellón de la ciudad, originó que los jóvenes se trasladaran a beber a la cercana plaza del Humor, en la parte trasera del palacio municipal de María Pita. Para los vecinos del casco antiguo, la vía policial no es eficaz y reclaman medidas como la prohibición de consumir alcohol en la calle.

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