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"Creí que era una broma"

Javier Lafuente

Susana G., de 67 años, trabajaba en el Hipercor de Barcelona cuando, la tarde del 19 de junio de 1987, ETA hacía estallar un coche bomba en el aparcamiento del edificio. En medio del caos que se originó por la evacuación, se cayó por las escaleras y se golpeó la cabeza.

Los días posteriores, recuerda, firmó "un papel" que le permitió cobrar una baja de dos meses. Le parecía insuficiente, pero tampoco le dio más vueltas. No era consciente de que al ser víctima de un acto terrorista le correspondía una indemnización. Hasta que el pasado mes de agosto recibió una llamada del Ministerio del Interior. Se le informaba de que, de acuerdo con una sentencia del 23 de julio de 2003, se le reconocían 52.200 euros como indemnización por lesiones y secuelas. Susana no daba crédito. "¿Me llama para decirme que me va a pagar ese dinero?", recuerda que preguntó. "Creí que se trataba de una broma pesada".

¿Cómo es posible que esta mujer catalana haya vivido 20 años sin saber lo que le correspondía? "A mí lo único que me interesaba era olvidarme de aquella pesadilla, nunca he querido pertenecer a ninguna organización, ni nada; sólo olvidar aquella tarde", comenta a regañadientes.

Aunque hay damnificados que, como Susana, sólo quieren pasar página, lo más habitual es encontrarse con personas que además de ser víctimas de terrorismo, se sienten víctimas "de un abandono y una desatención que se ha prolongado durante años", afirma Roberto Manrique, de la ACVOT.

Cuando vieron que por sus propios medios no conseguían avanzar más -la organización catalana llegó incluso a localizar a decenas de víctimas gracias a la ayuda desinteresada del Colegio de Detectives de Cataluña-, pidieron ayuda a Interior. José Manuel Rodríguez Uribes cogió el testigo sin pensárselo: "El dinero no compensa el dolor físico, psíquico o moral, pero si queremos ser una Administración moderna, cercana a los ciudadanos, hay que remover todos los obstáculos burocráticos para que quienes han sufrido un atentado perciban las ayudas que les corresponden", asegura.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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