Policía de letras

No es literatura policíaca, es la novela de un policía. José María Deira (San Fernando, 1946), comisario provincial de la Policía Nacional en Cádiz, aparca el uniforme y se lanza a la literatura con su primera novela, Las espinas del Edén. Los avatares de un senegalés que llega a España empujado por la necesidad sirven de hilo conductor a una obra que aprovecha la experiencia de Deira al frente de las policías de Ceuta y Cádiz.

"La novela es pura ficción, todos los personajes son inventados, pero me he servido de las cosas que vi y las personas que conocí en Ceuta", reconoce. Allí estuvo destinado durante siete años. Su estancia coincidió con el auge de la inmigración. "Cuando llegué habría 15 ó 20 subsaharianos, y cuando me marché contábamos con unos 1.500 identificados". Durante esos años, el comisario vivió algunos episodios difíciles de olvidar, como el motín del año 95 en el que resultó herido uno d de sus compañeros. "Me produjo un trauma. Necesitaba sacarlo de mí, y me puse a escribir una especie de informe sobre los hechos, las causas...", recuerda.

Pero el informe creció y cambió de rumbo. José María Deira había escrito 50 páginas cuando decidió cambiar de género. "Me di cuenta de que aquello no le iba a interesar a nadie, y preferí cambiar el enfoque". Las 50 páginas se multiplicaron por siete, la realidad se convirtió en ficción, y el desahogo del comisario, en novela. "Hasta entonces yo sólo había escrito los informes oficiales y las redacciones del colegio", cuenta el autor, "pero me puse a escribir y acabé con 365 páginas".

Ahora ve su obra, publicada por la editorial Almuzara, y se enorgullece. "Siempre me ha gustado escribir, pero de andar por casa". No oculta, sin embargo, que sus informes "siempre han tenido fama de estar muy bien redactados".

Las espinas del Edén utiliza un lenguaje directo y conciso, pegado a la realidad, aunque como lectura, José María Deira prefiere la narrativa sinuosa de los autores latinoamericanos. Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, o Isabel Allende provocan la envidia de este escritor novel: "Esa forma de narrar, con soltura y claridad, esa facilidad para describir, con una palabra que es casi música".

Pero José María Deira no se deja intimidar por los grandes. De momento sólo tiene una obra en las librerías, pero no descarta aumentar la colección. La segunda novela ya está escrita. "La tenía medio hecha, a falta sólo de un capítulo. Pero la tenía aparcada, se me había atragantado. Había planeado incluso el final, pero me daba pereza escribirlo". Hace sólo dos meses que la concluyó. La publicación de Las espinas del Edén fue la espuela que necesitaba.

Si saldrá o no la luz "depende de decisiones editoriales". En principio, ni siquiera Las espinas del Edén estaba pensada para ser publicada. Fue un amigo del comisario quien, después de leer el original, le animó a buscarle una salida comercial. La primera editorial que recibió la obra decidió aceptar el reto. "Les pareció que trataba un asunto muy actual, aunque lo cierto es que acabé de escribirla en el año 1998". Desde entonces, la realidad de la inmigración ha cambiado poco: los senegaleses de ahora, como Dialo, el protagonista de la novela, suelen toparse con las mentiras y los obstáculos de un país que en la distancia les había parecido el paraíso.