50 años después
Equipo 57 celebra su quincuagésimo aniversario con exposiciones y homenajes
Cincuenta años después llega cada uno por su lado. El primero es Juan Serrano. Luego, José Duarte. Y el último en acudir al parque de Miraflores de Córdoba es Juan Cuenca. La cita es junto a la escultura Salam, una obra que el Equipo 57 donó en 2003 a la ciudad. "Tenían que haber tapado los soportes de la escultura con arena para que no se vieran", dice casi como un saludo Cuenca. Estos tres creadores cordobeses fueron el núcleo de Equipo 57, un colectivo de artistas que revolucionó el apolillado mundo cultural del franquismo de hace medio siglo. Sólo faltan a la cita en Córdoba dos de los integrantes estables del grupo: el corresponsal de Equipo 57 en el País Vasco, Agustín Ibarrola, y el corresponsal en el otro mundo, Ángel Duarte, quien falleció en 2003.
Serrano: "Lo importante era la gestación de la obra, no su ejecución"
Se juntan para charlar de Equipo 57 cincuenta años después de su fundación. Este colectivo nació en París, no tuvo sede estable y murió a los cinco años de edad. Pero su corta existencia ha dado suficiente material como para que el museo Reina Sofía de Madrid tenga un hueco para ellos en su colección permanente. De hecho, Equipo 57 y El Paso fueron los dos únicos colectivos artísticos que lograron trascender las fronteras de la España gris de los cincuenta. Desde Córdoba surgieron muchas de las ideas que luego llevaron a la pintura, a la escultura, al cine, al diseño... Y el Ayuntamiento ha decidido esta semana concederles la Medalla de Honor de la ciudad.
Cuando se encuentran en el parque de Miraflores de Córdoba casi lo primero que hacen Cuenca, Duarte y Serrano es ponerse a discutir. "La discusión era la base de nuestro colectivo", afirman los tres. En este caso discrepan sobre los detalles del día en el que conocieron a Pablo Ruiz Picasso en París. Fue en la capital francesa donde por primera vez Equipo 57 presentó una colección. Y en el mismo lugar, en la galería Dense René, se ha abierto este mes de septiembre una exposición antológica.
Los tres coinciden en que la característica más representativa de Equipo 57 es que formaban un colectivo, un grupo en el que se renunciaba a la firma individual y en el que la obra artística resultante salía de la discusión. "Lo importante era la gestación de la obra, no su ejecución, que para nosotros entonces no era importante", asegura Serrano.
El grupo tocó casi todos los palos del arte y se introdujo en lugares tan poco frecuentados entonces en España como el cine de animación con la cinta Interactividad cine 11. Y también exploraron el diseño industrial. En concreto, el de muebles, ya que trabajaron durante dos años para la cooperativa vasca Danona diseñando mobiliario de interiores. "Nosotros inventamos lo de los muebles desarmados para llevártelos a casa de Ikea", dice entre risas Cuenta. "Fuimos precursores", añade. "Aunque no éramos conscientes", remata Serrano.
La charla se detiene de vez en cuando en anécdotas. Por ejemplo, en una casa de Dinamarca de 1958, cuando el grupo se enfrascó en una dura discusión sobre si debía comprometerse políticamente Equipo 57. "Decidimos que como individuos estábamos comprometidos todos con la izquierda, pero que el colectivo no lo estaría", recuerda Cuenca.
Y, curiosamente, para Duarte "el momento político tuvo mucho que ver con el fin del colectivo, porque Agustín Ibarrola quería actuar políticamente más en el País Vasco". Tanto que estuvo preso durante cinco años. Cuenca también achaca la muerte del grupo a que era cada vez más difícil que se reunieran, ya que cada uno estaba en una punta de Europa. "Además, corríamos también el riesgo de llegar a reproducirnos a nosotros mismos y eso también influyó", añade Serrano. "Cada uno recorrió nuevos caminos", concluye Serrano.
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