El Museo do Mar retoma su actividad con la creación de un archivo fotográfico

Año y medio después de su cierre temporal para realizar obras de acondicionamiento interno, el Museo do Mar de Galicia, en Vigo, recupera el aliento. Su actual gestora, la Consellería de Cultura, tiene previsto que el recinto, que fue inaugurado en julio de 2002, reabra sus puertas a finales de este año ya en situación de albergar y mantener en buenas condiciones una colección permanente. Precisamente, éste es uno de los destinos del proyecto A memoria do mar que ayer se presentó en el marco de la feria Conxemar, en el Instituto Ferial de Vigo.

La iniciativa, que ahora se pone en marcha con la colaboración de la Federación Galega de Confrarías y subvencionada por la Consellería de Pesca, persigue la recuperación del patrimonio fotográfico de la gente del mar mediante el inventario y digitalización de los archivos de las comunidades marineras de la costa gallega. Veinticuatro cofradías gallegas han sido invitadas a participar en A memoria do mar a través de la aportación de sus archivos fotográficos. Los pósitos también podrán adjuntar cualquier otra clase de material y documentación que apoye el carácter etnográfico recogido en las fotografías procedentes, fundamentalmente, de fondos familiares y personales. Los resultados de la búsqueda se ordenarán en una serie de exposiciones.

Como explicó el director del Museo do Mar, Pablo Carrera, fueron seleccionadas poblaciones de tamaños diferentes del norte al sur de Galicia a fin de ampliar la representatividad del litoral gallego, sus habitantes y sus oficios. La Federación Galega de Confrarías se ocupará de la logística de entablar las relaciones con los pósitos de A Guarda, Baiona, Arcade, Moaña, Bueu, Portonovo, Illa de Arousa, Vilanova, Cambados, Rianxo, Aguiño-Carreira, Porto do Son, Muros, Lira, Fisterra, Laxe, Malpica de Bergantiños, Caión, Mugardos, O Vicedo, Celeiro, Burela, Foz e Ribadeo. Los técnicos del museo llevarán a cabo la recogida de los materiales. "Iremos por los puertos con portátiles y escáneres para digitalizar las fotos, que devolveremos en el acto a sus dueños junto con una copia en CD", señala Carrera.

"Suele ocurrir que, cuando la gente visita una exposición de fotografía, acaba contándote que en su casa tiene fotos parecidas. Ahora lo que queremos es reunir esos archivos familiares y mostrarlos al público". El director del museo calcula que el acopio de instantáneas será ingente y piensa ya en organizarlas en tres muestras, centradas en las personas, los oficios y las estampas portuarias y paisajísticas. Carrera es consciente de que el conjunto ofrecerá una visión evocadora por encima de cualquier tratamiento objetivo de los recuerdos, "no son fotos de autor, son materiales que apelan a la sensibilidad antes que a lo artístico".

La recogida comenzará el próximo mes de noviembre y se prolongará durante unos diez meses. Antes de que se cumpla un año, ese material deberá estar preparado y clasificado para ser exhibido. Las tres exposiciones recorrerán las cofradías y concluirán en el Museo do Mar, donde es posible que, en alguna medida, se integren en la colección permanente junto con la información oral recabada mediante entrevistas y las piezas instrumentales y la documentación que, con toda seguridad, irán apareciendo al hilo de la búsqueda.