La mejor vacuna es la detección precoz

"El médico de atención primaria debe ser quien controle que las mujeres que pasan por su consulta acuden al ginecólogo con regularidad, en favor del diagnóstico precoz del cáncer de cuello de útero o de cérvix". La afirmación la hizo ayer el doctor José Luis Cañada durante su intervención en el simposio sobre la vacuna tetravalente para la prevención de este tipo de cáncer. Estos días se celebra en Bollullos de la Mitación (Sevilla) el congreso nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), donde los facultativos han destacado la importancia del primer médico que atiende a un paciente.

El cáncer de cuello de útero es el segundo más frecuente en mujeres. Cada año se diagnostican 2.100 nuevos casos en España y 4.151 hospitalizaciones provocadas por esta enfermedad, que causa una media de 700 muertes anuales, según un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Casi todos los casos de este tipo de cáncer son infecciones persistentes provocadas por el virus del papiloma humano (VPH) y en torno al 50% de mujeres sexualmente activas ha estado en contacto con él alguna vez en su vida.

"Es una infección sexual que suele pasar desapercibida. Normalmente, se resuelve espontáneamente [por la actuación del sistema inmunológico], pero no ocurre así en un 4 o 6% de las mujeres", explicó Xavier Bosch, del servicio de Epidemiología y Registro del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología. "Por eso es necesaria la vacunación contra este virus antes de que las niñas empiecen una vida sexual activa", insistió. En su opinión, el papel del médico de familia es de gran ayuda a la hora de explicar la importancia de la vacuna, "será el informador principal".

"La vacuna cubre un 75% de los casos de cáncer, por eso es importante continuar con los programas de detección precoz, como las citologías, y la investigación". Ya están en marcha estudios sobre la vacunación de varones y se ha descubierto que es también efectiva en la prevención de otras infecciones comunes como las verrugas genitales. La vacuna fue aprobada por la Food and Drug Administration de EE UU y por la Agencia Europea de Medicamentos hace un año. España dio el visto bueno el agosto pasado y está cubriendo los últimos trámites para su comercialización.

Se trata de una vacuna profiláctica que previene las infecciones de los VPH tipo 6, 11, 16 y 18, los más frecuentes y peligrosos de las más de 100 variantes que existen. Es tetravalente y proporciona resistencias cruzadas a otros tipos de virus. Otra vacuna se encuentra en fase de ensayos clínicos, es bivalente y ofrecerá efectividad a los serotipos 16 y 18. Se espera que EE UU la autorice el año que viene.