Defensa de una taberna centenaria
Creada una plataforma para salvar un despacho de vinos cordobés de 1872
La Taberna de Plateros de la calle de San Francisco es una de las más antiguas de Córdoba. "Fue fundada en 1872 y desde entonces ha estado abierta salvo algún pequeño periodo", afirma Antonio López Sicilia acodado en la barra. Hace 40 años su padre se hizo cargo de la gestión de este despacho de vinos. Y ahora él y su hermano Rafael regentan el negocio. Pero tienen los días contados, porque la Sociedad de Socorros Mutuos de Orífices y Plateros, propietaria del local, pretende echarlos para reformar el edificio.
Una plataforma ciudadana, formada por políticos, arqueólogos, representantes vecinales y profesores, ha elaborado un manifiesto en defensa de este local. Sostienen que la propietaria del negocio, que ayer no quiso dar su versión a este periódico, quiere "atentar contra la más antigua y emblemática de todas" las tabernas de la Sociedad de Plateros, la de San Francisco. Afirman que los propietarios pretenden convertir el edificio de dos plantas en un hotel y reformar el interior. La Sociedad de Socorro de Plateros nació en 1868. El país atravesaba una crisis económica y un grupo de orfebres cordobeses decidió unirse para crear una mutua para prestar ayuda a los plateros más necesitados. Para financiarse, esta asociación adquirió una serie de locales en los que se despachaban en exclusividad los finos de Montilla-Moriles Peseta, Platino y Oro Viejo.
Durante más de 130 años el negocio siguió funcionando, aunque la gerencia de las tabernas se subcontrataba. Pero, según la plataforma ciudadana recientemente creada, la junta directiva actual pretende "culminar su vertiginosa carrera, caracterizada por cierres de tabernas y destrucción del rico patrimonio tabernero" de la ciudad. Dicen que primero se cerró la taberna de la calle Deanes, luego la del barrio de la Viñuela y posteriormente la de Cruz Conde. La última en caer, según los firmantes del manifiesto, fue la de la plaza Séneca, donde hoy hay un restaurante y un hostal.
La Sociedad de Plateros recibió en 1985 la Medalla de Oro de la Ciudad. Y el ex concejal que entonces presentó en el pleno municipal aquella propuesta, José Luis Villegas, hoy reniega de ese reconocimiento. Él es uno de los promotores de la plataforma. "Lo que hicieron con la taberna de la calle Séneca fue una lobotomía urbana y nos tememos que ocurra lo mismo en San Francisco", sostiene Villegas. El edificio del siglo XVIII en el que está ubicado el despacho de vinos está protegido por el Plan General de Ordenación Urbana, añade este ex concejal de Izquierda Unida.
Las alarmas del grupo de parroquianos que se reúne en la taberna para practicar la tertulia saltaron a finales de 2005. "El presidente de la Sociedad de Plateros nos dijo que iba a hacer un hotel y que si queríamos nos presentásemos más adelante al concurso para regentar el restaurante", afirma Antonio López. Y les entregó un contrato en el que se afirmaba que el dueño del local "tiene el proyecto de realizar obras de rehabilitación en las plantas primera y segunda". Antonio se negó a firmar y el asunto acabó en los tribunales, que han dado la razón a la Sociedad de Plateros. "Ahora sólo nos queda esperar que se les ablande el corazón y nos den más tiempo", añade.
Lo que ha despertado las suspicacias de la plataforma es el anuncio de que allí se iba a instalar un hotel, como ocurrió en el caso de la taberna de Séneca. "Nos oponemos a cualquier modificación, reforma o intervención que ponga en peligro la actual fisonomía y distribución del inmueble", reza su manifiesto. Ya están recogiendo firmas y algunos de sus miembros presentan hoy su iniciativa ante los medios de comunicación.
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