Endesa y Red Eléctrica de España son culpables del gran apagón del verano en Barcelona
La conclusión del expediente de la CNE servirá de base para posibles sanciones por parte de la Generalitat
Reparto de culpas. El gran apagón registrado el 23 de julio en Barcelona, que afectó a 350.000 abonados fue responsabilidad de las dos empresas que operan en Cataluña, Endesa como distribuidora y Red Eléctrica de España (REE) como gestora de la red de transporte de electricidad. Ésta es la conclusión que barajaba ayer la Comisión Nacional de la Energía (CNE) tras examinar los informes técnicos sobre el incidente y las alegaciones de ambas compañías. La Comisión, no obstante, continuará mañana con el examen del expediente ya que varios miembros del consejo han solicitado más información sobre el mercado eléctrico afectado por el apagón, según explicaron ayer fuentes del organismo.
El expediente informativo abierto el 25 de julio por la Comisión Nacional de la Energía (CNE), analizado ayer por el Consejo de Administración del organismo, señala deficiencias de funcionamiento en las redes de las dos empresas. El expediente se trasladará a la Generalitat de Cataluña, que puede imponer sanciones a ambas compañías.
Las conclusiones que debate la CNE no han sorprendido a las compañías implicadas en el incidente de Barcelona. Tanto Endesa como REE daban por hecho que el órgano regulador no señalaría un único culpable. Y ayer esgrimieron la respuesta que tenían preparada desde hace semanas: examinarán atentamente las conclusiones de la CNE y en caso de discrepancia -un hecho prácticamente seguro- acudirán a los tribunales para exponer sus razones. Porque tres meses después del gran apagón, tanto Endesa como REE mantienen sus posiciones: la culpa la tiene la otra empresa, porque sus sistemas propios -como revelan informes externos e internos elaborados por encargo en cada caso- funcionaron.
Endesa sigue manteniendo que el origen del incidente, la caída de un cable de su propiedad sobre la subestación eléctrica de Collblanc, se debió a una sucesión de incidentes en la red de REE desde el 5 de junio al 23 de julio que provocaron "sobreintensidades y vibraciones" que rompieron los conductores eléctricos. A partir de ahí, la sucesión de incidentes, incluido el incendio de la subestación de Maragall, que comparten Endesa y REE, debe explicarlos REE.
La versión de REE es radicalmente opuesta. Según la compañía propietaria de la red de alta tensión, el cable de Endesa que originó el incidente y tres cortocircuitos sucesivos, se cayó por la desidia de Endesa a la hora de gastar dinero en mantenimiento. Además, sus sistemas de protección funcionaron y la estación de Maragall -cuyo fallo agravó el apagón- se incendió en una planta que comparten ambas empresas, sin que a esta hora se sepa de quién era el cable que primero se fundió.
Red Eléctrica rechaza incluso cualquier responsabilidad en el hecho de que el servicio tardara días en recuperarse. Se hizo lo que se pudo, viene a decir la compañía, dado que Endesa, durante años, mantuvo una red de distribución eléctrica sin mallar y que dejaba a miles de abonados a su suerte en caso de problemas en una subestación.
Con la CNE se cerrará lo que puede ser el prólogo de un largo pleito entre Endesa, REE y la Generalitat. Está en juego determinar quién tendrá finalmente que pagar las indemnizaciones a los usuarios.
Como muestra de la intensidad del enfrentamiento y como muestra también de lo fino que hilan en el caso los abogados, basta una frase contenida en las alegaciones presentadas por Red Eléctrica a la CNE. "Sólo los hechos probados y no las meras conjeturas o apreciaciones singulares pueden servirle a la CNE para formular el informe de conclusiones del expediente informativo". A buen entendedor...
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