El problema no son los ciclos sino la actitud de las empresas

En apenas una década la consultora everis, antes DMR Consulting, se ha consolidado como una de las más firmes del sector habiendo superado los 230 millones de euros de facturación en su último ejercicio en el que han registrado un crecimiento muy superior a la media del mercado. Acaban de incorporar dos socios inversores, 3i y Grupo Corporativo Landon, para apoyar sus planes de crecimiento y aportar su experiencia ante la salida a Bolsa.

Pregunta.- Los orígenes de Everis son un tanto convulsos. ¿Cómo y porqué nace?

Respuesta. Convulsos no, más bien diría atípicos. Cuando nacimos, en 1996, el mercado de la consultoría estaba ya muy maduro, con múltiples competidores -más que ahora- y con un dominio claro de consultoras multinacionales de origen anglosajón. Además, en esos años, era relativamente complicado encontrar fuentes de financiación que permitieran hacer realidad un proyecto empresarial. Nosotros teníamos una idea singular de cómo abordar el mundo de la consultoría, basado en un modelo de compañía diferencial que ponía su foco en la atracción y la retención del talento (que es nuestro activo fundamental) y en cómo transformar ese talento en oferta de valor para los clientes.

"Nos hemos planteado retos que en ocasiones iban contra corriente e incluso nos parecían utópicos y los hemos superado antes de lo previsto"

P.- ¿De qué manera influye la retribución de los empleados en una consultoría?

R.- Las personas buscan carrera profesional, y eso supone la oportunidad de incrementar tu valor, el que la compañía te lo reconozca y, por último, que te lo remunere justamente. La retribución debe ser en todo momento acorde al valor que uno aporta. En nuestro caso, además del sueldo fijo y variable (esta última función de los beneficios consolidados de toda la compañía), todos tenemos un plan de participaciones como propietarios.

P.- ¿Cómo detectan y como retienen el talento en su organización?

R.- Tratamos de estar muy cerca de los universitarios. Incorporamos unas 1.000 personas al año y nos centramos en transmitirles las posibilidades que aquí tienen de desarrollar una carrera interesante y a su medida. Lo acompañamos con potenciar valores inherentes como son el buen ambiente o la cercanía, la libertad para decidir la velocidad de su carrera, para adaptar su trabajo a sus expectativas, eso es lo que realmente retiene y fideliza. Una vez que se incorporan ya es mucho más fácil. Toda la organización se involucra en conseguir que nuestra gente se sienta especial, esa es la clave.

P.- ¿En qué se basa un crecimiento tan distante del resto del sector?

R.- En la confianza, la de los clientes y nuestra propia autoconfianza. Cuando captas talento y eres capaz de retenerlo, haces las cosas bien, cumples con tus compromisos y en definitiva generas una relación de confianza. En sólo 10 años hemos alcanzado una facturación de 275 millones de euros, contratando "uno a uno" a todos nuestros empleados y creciendo en los clientes. Nos hemos planteado retos que en ocasiones iban contra corriente e incluso nos parecían utópicos y los hemos superado antes de lo previsto.

P.- ¿Qué esperan de su expansión en Latinoamérica?

R.- Ser capaces de consolidar nuestra manera de entender este negocio, siempre adaptándonos a las peculiaridades locales. Sigue siendo el mercado más natural para las empresas españolas y con un enorme potencial, al que hemos llegado en muchas ocasiones de la mano de los clientes, grandes multinacionales españolas. Ya estamos en Argentina, Chile, Brasil, México y acabamos de abrir una oficina en Colombia.

P.- ¿Qué ocurrirá cuando acabe el ciclo actual?

R.- Seguiremos trabajando. El problema no son los ciclos sino la actitud de las empresas ante ellos. En una situación como la actual, con mercados globales, las grandes compañías, que son nuestros clientes, tienen que seguir invirtiendo razonablemente para seguir compitiendo y mantener sus posiciones de liderazgo. Y por otro lado, las crisis suelen generar nuevas oportunidades, que dado nuestro carácter y vocación emprendedora, a buen seguro sabremos explotar.