Un motorista arrolla y mata a un peatón y hiere a nueve personas en Barcelona

Una moto de gran cilindrada que circulaba a gran velocidad mató ayer a un peatón de unos 80 años y después hirió a siete personas que esperaban en una parada de autobús, según la Guardia Urbana. Los hechos se produjeron en la Gran Via de Barcelona a las siete de la tarde junto a la calle de Nàpols. Los heridos, de gravedad diversa, fueron trasladados a diferentes hospitales, principalmente al hospital Clínic y a Sant Pau. Entre ellos, hay un bebé de dos meses. El conductor de la moto y su acompañante también resultaron heridos en el accidente, así como la esposa del fallecido.

En el hospital de Sant Pau estaban ingresados un joven, una persona de 76 años y el bebé, a quienes ayer se les practicaron diferentes pruebas médicas para evaluar su estado de salud. Otras dos personas, de 85 y 27 años, fueron derivadas con traumatismo craneoencefálico al hospital Clínic, la más joven de las cuales fue operada de urgencia de un politraumatismo craneal.

Según el intendente de la Guardia Urbana Domènec Escarré, el múltiple accidente se produjo de forma gradual: En primera instancia la moto atropelló un matrimonio de edad que cruzaba el paso de peatones del lateral montaña de la Gran Via junto a la calle de Nàpols y causó la muerte del hombre. La mujer resultó herida. Tras el arrollamiento, el motociclista, que iba a gran velocidad, perdió el control de su vehículo, que se deslizó varios metros por la calzada y se subió a la acera de manera que impactó bruscamente contra varias de las personas que estaban esperando en una parada de autobús del lateral de la Gran Via. Se trata de una parada que no tiene marquesina y sólo dispone de un mástil con banderola para señalizar el punto donde deben parar los autobuses. A causa del fuerte impacto, siete de las personas que esperaban resultaron heridas de diversa gravedad.

Ayer por la noche se desconocían con exactitud las circunstancias en la que se produjo toda la secuencia del accidente. "Aún estamos analizando las causas y recogiendo los testimonios, una vez acabadas las investigaciones se concluirán los resultados", dijo el intendente jefe de la Guardia Urbana una hora después del siniestro.

Precisamente, una de las cuestiones que deben esclarecerse es quién tenía preferencia de paso, si la moto o el matrimonio, es decir, quién se saltó el semáforo en rojo.

Pese a la ausencia de informaciones fidedignas -que saldrán del análisis exhaustivo y científico de los hechos- el mando de la Guardia Urbana sí pudo asegurar que la moto circulaba a una velocidad excesiva, ya que entre el paso de peatones -por donde cruzaba el matrimonio- y la parada de autobús hay una distancia de unos 60 metros. La inercia de la moto debía de ser tan grande que el vehículo, pese a perder fuerza por su rozadura contra el suelo, llegó a la parada, arrolló a los que allí esperaban el autobús y arrancó el mástil que señaliza el punto de parada, precisó el mando de la Urbana. "Gran velocidad seguro que ha habido", afirmó Escarré.

Entre los vecinos y comerciantes de la zona -junto a la parada hay varias tiendas- había gran desconcierto y estupor. Omar, de 25 años y que presenció el accidente, dijo que la moto había pasado el semáforo en rojo. "Creo que después de atropellar al matrimonio la moto ha impactado contra la pared, por eso ha perdido el control y ha arrollado a las personas que esperaban en la parada de autobús", dijo Laura, vecina del barrio de 39 años.