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Duran critica ante Havel el tacticismo de sus socios

El líder de Unió pide coherencia en la política

Discurso de contenido ideológico el que pronunció Josep Antoni Duran Lleida ayer en Praga ante el ex presidente checo Václav Havel, a quien entregó un galardón por su trayectoria, aunque no por ello exento de carga política. La idea es clara y sencilla: El tacticismo no debe pasar por encima de los principios.

En un momento de su alocución, el líder democristiano catalán deslizó unas elocuentes frases sobre doctrina política que, si no fuera por la reciente tormenta que ha sacudido los cimientos de la federación nacionalista, hubieran pasado inadvertidas. Pero ayer adquirieron un metafórico significado. Un mensaje destinado sin duda -aunque él se afanó en negarlo- a sus socios de Convergència Democràtica, enfrascados en lo que su líder, Artur Mas, denomina "refundación del catalanismo" y que los democristianos interpretan como un giro soberanista para facilitar una alianza de Gobierno con ERC. Y un ejemplo de su desorientación ideológica.

Duran, que se desplazó a Praga para otorgar a Havel la medalla Carrasco i Formiguera -uno de los fundadores de Unió Democràtica- pronunció un discurso aleccionador sobre el arte de la práctica política. Afirmó: "La política siempre tiene que estar fundamentada en la coherencia, en los valores. La política ha de responder a un ideario y a un compromiso, y no ha de ser jamás el terreno abonado para el tacticismo, para los cambios de rumbo en función de las encuestas, para la demagogia o para la construcción de alianzas y pactos que vayan en contra de aquello que uno piensa".

El líder democristiano no podía expresarse más claro, aunque después insistiera en que sus palabras, no exentas de cierta crítica, iban destinadas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y a no a Artur Mas. "Era una reflexión en general, tomando las palabras de Havel", precisó.

Pero el párrafo en cuestión tiene más enjundia: "La política no es, de entrada, una cuestión de números, sino una cuestión de principios y de valores. No se puede hacer política defendiendo al tiempo el blanco y el negro o intentando contentar a todo el mundo vendiéndonos nuestros ideales y faltando a nuestros compromisos".

Este párrafo -leído ayer en inglés por Duran- contiene una por una las críticas que, de unos meses acá, vienen expresando los dirigentes de Unió Democràtica sobre el rumbo que toman sus socios de Convergència y su apuesta por la refundación del catalanismo. Es decir, los impactos mediáticos como mecanismo de llegar al electorado y mantener al líder en el candelero, la incoherencia en los discursos y actos, los bandazos ideológicos como la "deriva" hacia el soberanismo o la inconcreción de unos objetivos políticos.

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