Manuel Ruiz Rivas Portavoz del Grupo Parlamentario Popular
"El PP ha hecho autocrítica por la Cidade da Cultura"
El azar ha querido que al nuevo portavoz del PP en el Parlamento, natural de Ribeira, le haya tocado convertirse en punta de lanza del debate político construido en torno a adjudicación de las obras de la autovía del Barbanza. Pese a su reciente elección, Manuel Ruiz Rivas (1957) evita definirse como un hombre de Alberto Núñez Feijóo. "Lo importante es ser hombre de Galicia y del PP, más que las etiquetas que uno quiera llevar o que a uno le pongan", asegura.
Pregunta. No ha podido estrenarse como portavoz en un ambiente político más tenso.
Respuesta. Lo que el grupo intenta es presentar iniciativas en positivo, sobre todo legislativas, y dejar casi en un segundo plano el control al Gobierno, porque ya el propio Gobierno de la Xunta se controla a sí mismo, a través de cada uno de los socios. A nosotros nos gustaría estar en un escenario en el que se estuvieran atajando los problemas reales de Galicia y no en uno como el actual, donde parece que se está más pendiente de revisar el pasado que de dar cuentas del presente.
"Si sólo el Partido Popular lo quisiera, el plus para los ex altos cargos no llegaría a ningún puerto"
"Sinceramente, yo soy de los que piensan que los miembros de la clase política tendemos al exceso"
"Touriño no quiere que nos entendamos a la hora de facilitar la labor de control"
"El propio Gobierno de la Xunta ya se controla a sí mismo a través de cada uno de sus socios"
P. Ustedes hablan de "democracia secuestrada" y de "prevaricación". Touriño llama "botarate" a Feijóo. ¿No le parece que la exageración verbal está yendo demasiado lejos?
R. Sinceramente, yo soy de los que piensan que los miembros de la clase política tendemos al exceso. Pero hay algo que se puede hacer: dar a las instituciones el rango que tienen y dar la posibilidad a los ciudadanos de saber quién está mintiendo y quién está en posesión de la verdad a través de los procedimientos parlamentarios. Cuando se niega una comisión de investigación y a la vez se está diciendo que puede haber intereses por parte de alguien, yo creo que lo mínimo es que se dé cuenta a los gallegos. Especialmente cuando estamos hablando de una adjudicación que va a tener un coste para los gallegos de 30 millones más de lo previsto en la oferta más ventajosa.
P. Si tantos indicios tienen de que ocurre algo grave, y una vez constatado que no va a haber investigación parlamentaria, ¿por qué no van al juzgado?
R. Todavía hay otras figuras parlamentarias que pueden ir aclarando algunos extremos. Hay muchos elementos más antes de judicializar la vida política. Nosotros en este momento tenemos claro que hay una gran responsabilidad política, porque se tomó una decisión que tiene un sobrecoste, no se quieren dar explicaciones al Parlamento y por primera vez se excede del plazo de adjudicación y se pide un segundo informe que rebata un primero. ¿Que de ese ámbito salen claramente otro tipo de responsabilidades? Entonces es cuando el Parlamento agota sus competencias y tiene que actuar el fiscal, pero todo tendrá su tiempo.
P. ¿Pero hay o no hay prevaricación? Porque ustedes ya han dicho que sí la hay.
R. Nosotros pensamos que algo hay que no se quiere aclarar, cada uno que haga la composición que quiera.
P. Lo curioso es que tanta tensión sea compatible con un grado de consenso tan elevado en las leyes, el mayor de la historia parlamentaria gallega.
R. Yo creo que este Gobierno tiene un tic con todo aquello que sea control y no comparece cuando lo pide la oposición. En ese ámbito es más difícil que nos entendamos. Pero después hay un ámbito de responsabilidad que es común y que consiste en adoptar las mejores medidas para la calidad de vida de los gallegos. Nunca el comportamiento de la oposición fue tan constructivo como el nuestro, no hay más que ver el número de leyes a las que no presentamos enmienda a la totalidad. Touriño no quiere que nos entendamos a la hora de facilitar la labor de control. Pero eso no tiene que ser óbice para que, en los escenarios en los que los gallegos nos exigen ese entendimiento, lleguemos a él.
P. Este Gobierno no comparece menos que el anterior...
R. Yo creo que ya no vale hablar mal simplemente del pasado y si se cree que en el pasado se actuó mal, no cambiarlo. Porque los hechos tienen que acompañar a las palabras. Puedo decir que el Gobierno anterior aceptó muchas más comparecencias pedidas por la oposición que las que ahora se nos están concediendo (creo que se nos ha aceptado una). La diferencia es que antes había una mayoría absoluta sólida y cohesionada de un solo grupo y ahora a nosotros se nos puede vetar por 13 diputados o por 25, porque independientemente de quién lo decida, al final van a sumar 38.
P. El plus para los funcionarios que desempeñen altos cargos está resultando también muy polémico. Y el BNG les culpa a ustedes de la idea.
R. Ahí hay que fijar dos cuestiones. La primera es que este plus viene a reconocer lo que es una norma estatal consolidada en 2000 a través del Estatuto del Funcionario. Dicho eso, el PP no tiene la mayoría del Parlamento. Si sólo lo quisiera el PP no llegaría a ningún puerto. La responsabilidad, para bien o para mal, es de todos los grupos. Al final parece que la oposición es más leal a una parte del Gobierno la otra parte.
P. Pero da la impresión de que el Grupo Parlamentario Socialista se queda solo en la defensa de la norma.
R. No, lo que pasa es que nosotros no somos quienes la tenemos que aplicar. Actuamos en el ámbito parlamentario con la responsabilidad que pensamos que se exigía. Otra cosa es que se saque de contexto la ayuda: parece que todo el mundo vaya a recibir la misma cantidad, el mismo plus, y no es así. Es un derecho en el ámbito estatal y en muchas autonomías.
P. Sin embargo, mucha gente piensa que es un privilegio para los funcionarios.
R. Ser alto cargo tiene muchas connotaciones vía incompatibilidades, vía vuelta a su puesto primitivo de trabajo, que conllevan perjuicios. El legislador estatal es lo que pensó cuando ideó la norma.
P. Entiendo, entonces, que si al final el BNG propone la supresión del plus, el PP no la apoyará.
P. El PP es responsable de sus actos. Lo que haremos es estudiar con cuidado la propuesta del BNG y la posición de la otra parte del Gobierno.
R. El otro gran asunto del nuevo curso político es la Cidade da Cultura. Y no se entiende que el Partido Popular no tenga criterio propio sobre quién debe comparecer en la comisión de investigación.
R. Haremos nuestra propuesta. Lo que decimos es que el nivel de estudio y de transparencia debe ser el mismo para las dos etapas de la Cidade da Cultura, para los dos gobiernos. Lo que no tiene sentido es que pueda aportar más un director general de un Gobierno que el del otro. Hay que dar cuenta también del coste de la paralización de las obras y de los proyectos modificados, por eso no tendría sentido que comparezcan altos cargos sólo de una etapa.
P. Eso quiere decir que la postura del PP depende de la que adopten los demás grupos.
R. Nosotros consideramos que el nivel de información va a ser suficiente hasta determinado nivel de altos cargos.
P. ¿Hasta cuál?
R. Lo estamos elaborando. Hay responsables directos y son quienes tienen que informar. ¿Que de lo que digan se deriva que necesitamos información a mayores? Pues hay que pedirla. Si no, parecería que la comisión quiere tener más nivel de información de una etapa que de otra o buscar mayores responsabilidades en una etapa que en otra. Y si algo quedó claro, es que el nivel de estudio tiene que ser el mismo desde el nacimiento hasta la actualidad.
P. El Consello de Contas ha cuestionado la gestión del anterior Gobierno en relación con la Cidade da Cultura. ¿Qué le parecen sus conclusiones?
R. El PP ha hecho autocrítica por la Cidade da Cultura. Lo que no vamos a hacer nunca es criticar el proyecto en sí. Nosotros pensamos que era una gran idea, un gran negocio para la cultura y la economía del país, que no sólo genera gasto sino que produce un valor añadido que va a quedar en la comunidad autónoma. En ese sentido no tenemos nada de qué arrepentirnos. Nosotros, el hecho de que el cálculo en el concurso de ideas hasta su plasmación real se disparase, lo asumimos, y lo asumimos en presupuestos desde el año 2001. Por tanto, era algo conocido, asumido y con lo que nos presentamos a unas elecciones. Pero, por otra parte, hay que decir que cualquier proyecto de autor conlleva siempre un desfase, casi diría que la propia casa de un particular. Pero ahora tenemos dos ejemplos en Galicia de obras que técnicamente no tienen la complejidad del Gaiás, como el estadio de Pasarón, que se va a un 80% más, o el mismo auditorio de Vigo. Entra dentro de los escenarios posibles en una obra de tanta importancia.
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