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Reportaje:

Sherezad baila hasta el amanecer

La primera discoteca árabe de Almería atrae a la comunidad musulmana

Faltan escasos minutos para la medianoche del sábado y por la puerta de la discoteca Sherezad, en la urbanización de Roquetas de Mar (Almería), aparece Abderrafik (32 años) con tres amigos más. Rafik, como le gusta que le llamen, ha llegado desde la vecina Murcia hasta el municipio roquetero para pasar una noche animada de buena música y mejor compañía junto a sus colegas El Mahjoub (30 años), El Hossin (29) y Guillermo (23).

"En Almería pude comprobar que una buena parte de las salas de baile no deja entrar a marroquíes"

Aunque sólo lleva abierta desde el pasado día 13, Sherezad ya está en boca de casi toda la comunidad marroquí asentada en la provincia -se calcula que en torno a las 50.000 personas- por ser la primera discoteca pensada y programada para inmigrantes árabes, principalmente. A la brillante cuenta de resultados anunciada días atrás por la Junta de Andalucía sobre la campaña hortícola almeriense -con un récord en el valor de comercialización de 2.200 millones de euros, el máximo histórico de los últimos seis años-, se suma un dato extraeconómico, ajeno a las cifras de producción o a los balances financieros: nace el primer gran local de ocio para quienes hacen posible el milagro almeriense.

"Es la primera discoteca que abre de nuestro país y hemos querido venir a verla. Nos han dicho que hay un cantante marroquí y queremos escucharlo", explica Rafik con una bebida isotónica en la mano. Ésa es otra de las características de Sherezad: que no sirve alcohol durante el Ramadán, en señal de "respeto" a las costumbres musulmanas durante el mes más sagrado para la comunidad. Los cuatro amigos se conforman con un par de refrescos, un batido de fresa, una cola y fumar la tradicional cachimba de sabor manzana. "Nos parece bien que no vendan alcohol durante estos días. Eso no quita que nos divirtamos un poco, ya que por el día tenemos que estar más relajados para respetar el ayuno", puntualiza Guillermo, que posee la doble nacionalidad marroquí y española.

Noureddine Douah, un empresario marroquí de 46 años, es el artífice de que la discoteca Sherezad se catapulte como lugar de ocio y recreo de los miles de árabes asentados en la provincia. "Yo he vivido en Barcelona 20 años y al llegar a Almería, hace apenas 10 meses, aprecié que existe mucha diferencia entre la convivencia de las dos culturas en Cataluña y en Andalucía, a nivel de integración. En Almería, aprecié cierto rechazo y pude comprobar yo mismo que una buena parte de las discotecas no deja entrar a marroquíes. Yo lo he visto", resume.

Douah se ha propuesto convertir el local de ocio en referente cultural de la comunidad árabe y por ello ha creado la asociación cultural Alcazaba por el Arte y la Cultura Marroquí, desde la que quiere promover todo tipo de actividades.

"Todas las semanas aparecen noticias en los periódicos sobre delincuentes marroquíes. De los autóctonos no se dice su nacionalidad, pero cuando el que delinque es extranjero, se dice lo primero. Desde esta asociación cultural queremos dar noticias de cantantes, cineastas, artistas y escritores marroquíes aquí en Almería. Y queremos trasladar esta idea de la asociación a la discoteca Sherezad para realizar bailes, actividades para niños, clases de baile del vientre, etcétera", remacha el empresario.

La recién abierta pista de baile, con el nombre de la mítica protagonista de Las mil y una noches, quiere invitar al hermanamiento entre culturas y a una nueva filosofía de vida: trabajar para vivir.

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