Como una olla de colores
Norman Foster presenta su proyecto de reforma del Camp Nou inspirado en el 'trencadís' de Gaudí
El austero Camp Nou, que mañana cumple 50 años desde su inauguración, tendrá dentro de unos cinco años, si los plazos previstos para las obras no se demoran, una faz completamente diferente. El arquitecto inglés sir Normal Foster, ganador del concurso de reforma del complejo, presentó ayer en Barcelona la maqueta que muestra cómo el Camp Nou tendrá una segunda piel inspirada en el trencadís de Gaudí en el parque Güell con un estallido de colores azul y grana, en homenaje al club, y rojo y amarillo, por la senyera catalana.
La silueta del estadio se asemejará a una olla tapada, cubierta, que permitirá que los aficionados puedan protegerse tanto de la lluvia como del sol. El proyecto de Foster permitirá algo que era fundamental para el Barça y que muchos de los otros aspirantes no preveían: las obras no evitarán que el equipo azulgrana dispute sus partidos en el mismo campo.
"Que éste sea el estadio más grande de Europa y que cumpla ahora 50 años es una inspiración única. Prometo la total dedicación porque éste es un reto personal para mí", dijo ayer Foster ante unas 500 personas en la sala París del Camp Nou. Apenas 20 minutos antes, Joan Laporta, el presidente azulgrana, y el propio arquitecto habían descubierto la maqueta del nuevo estadio, en un acto solemne y un poco peliculero porque vino precedido por un machacón bum, bum que intentaba imitar el latido del corazón del nacimiento del nuevo campo.
La maqueta mostró un estadio con las costillas blancas, pero salpicada de los colores azulgrana en la parte baja mientras, en la superior, dominan el rojo y amarillo con unas baldosas en forma de flecha. El mosaico gaudiniano estará formado por paneles de policarbonato y de vidrio, todos coloreados, que permitirá una mezcla de luces y sombras.
Poco después se exhibió una película de menos de un minuto con la nueva imagen, acogida con aplausos por los asistentes; entre ellos, la esposa de Foster, la doctora Elena Ochoa; el presidente del Parlament, Ernest Benach, y representantes del Ayuntamiento de Barcelona, institución vital para el futuro de las obras al tener que recalificar el solar del Miniestadi para afrontar el coste de la obra, estimado en 250 millones de euros.
Foster realizó una exposición de 15 minutos para explicar su idea. Y el hilo argumental de su discurso fue el de la inspiración, a la que asoció con el diseño, palabras que son sinónimos de su particular universo. El arquitecto habló de cultura, de historia, de la fundación y peculiaridad del Barça, de las cosas intangibles y señaló que el punto de partida de su proyecto era el de "no destruir" el estadio. "Pensamos que la asimetría del mismo y su forma de olla tenían que mantenerse. El campo era el punto de partida", explicó. "Y por eso conservaremos la estructura de hormigón, elevando 10 pisos su actual nivel". El Camp Nou tendrá un techo retráctil, soportado con una estructura de cables. Ahora sólo está cubierta la tribuna, el 41% de las localidades. "Una solución flexible, sostenible y ecológica", indicó.
Consciente, dijo, de que el fútbol es el alma del estadio, Foster señaló que el principal reto y su segunda inspiración era no interrumpir la vida deportiva del campo. "Los cables no pueden estar por en medio y hemos ideado acometer las obras entre los partidos. Somos sensibles a las necesidades de los ciudadanos y de los vecinos", dijo, para aclarar que la instalación mejorará los accesos a los socios y a todas aquellas personas con discapacidades. Por ejemplo, el acceso a la tercera gradería se hará con escaleras mecánicas, en lugar de pasarelas.
Y acabó hablando de la tercera inspiración: la del color. "Hay aquí influencia de Gaudí. Los colores de Cataluña y Barcelona envuelven de forma simbólica el estadio con un tejido de baldosas. Tendrá unos efectos muy bonitos por el día y muy dramáticos por la noche", dijo. Y acabó entre aplausos. Toda la fachada se convertirá en una enorme pantalla de cine.
Exultante, Laporta, que definió a Foster con el lema del Barça -"Para nosotros usted es más que un arquitecto", le elogió- insistió en que el resultado del concurso había sido "justo". Fue un mensaje ante las voces que han cuestionado que no fuera adjudicado el proyecto al arquitecto catalán Carlos Ferrater, quien explicó hace unos días su proyecto de campo en forma de copa y a su juicio más mediterráneo.
"El debate no ha sido fácil porque no ninguno de los 10 proyectos sobresaliera especialmente. Estamos convencidos del proyecto que ha imaginado Foster. Ha ganado con la dura competencia ante los mejores arquitectos del mundo", señaló Laporta. "De la misma forma que el Camp Nou fue una joya arquitectónica que se avanzó a su tiempo, ahora, con la idea de Foster, se proyecta hacia el futuro", concluyó. Pero todo irá paso a paso: el Barça prevé tener el próximo año el proyecto definitivo y empezar las obras en el primer semestre de 2009, para estar acabado en la temporada 2011-2012.
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