Netanyahu rompe el silencio oficial sobre el ataque israelí a Siria
El líder del Likud dice que el primer ministro le consultó la operación aérea
Al oscuro asunto de la incursión aérea israelí en territorio sirio, el 6 de septiembre, lo envolvía un férreo pacto de silencio. Ni una palabra se escuchaba a la clase política, que se negaba siquiera a confirmar la operación. Hasta que Benjamín Netanyahu,Bibi, ambicioso líder derechista de la oposición, ha salido a escena. En una entrevista televisada, Bibi reconoció haber sido informado antes del ataque por el primer ministro, Ehud Olmert, y que lo apoyó.
"Cuando el primer ministro trabaja en beneficio de la seguridad de Israel, yo doy mi respaldo. En esta ocasión, también, fui socio en el asunto desde el primer momento y di mi apoyo", comentó Netanyahu en la canal 1 de la televisión pública el miércoles por la noche. Por primera vez, un dirigente político israelí confirma el ataque. Lo que sentó a cuerno quemado en el Gobierno. La táctica de mantener el asunto en la ambigüedad -"no sé de qué me está hablando", dijo Olmert cuando se le preguntó por el incidente- es ya insostenible.
"Estamos consternados con esta persona. Es un irresponsable que carece de juicio, es un hombre peligroso. ¿Cómo puede hacer algo así? Está enfermo. Es el Bibi real. No sabe en qué mundo vive", declaró un funcionario de la Oficina del Primer Ministro al diario Yediot Ahoronot. Eitan Cabel, secretario general del Partido Laborista, arremetió con fiereza: "No sé si esta estupidez es por el deseo de subirse al carro o de robar el crédito a otros. Simplemente, es muy peligroso".
Netanyahu no precisó detalles de la operación, de la que todo se ignora. Las especulaciones sobre la incursión aérea se multiplicaron desde el instante en que las autoridades sirias lo dieron a conocer. Unos analistas sugirieron que se trataba de comprobar el estado de las baterías antiaéreas sirias; otros, que la diana fue un cargamento de armas para la milicia libanesa Hezbolá; algunos, que sólo se trataba de demostrar al enemigo la capacidad de la aviación hebrea. Mientras, el Ejecutivo israelí hacía mutis.
El ex embajador de EE UU ante Naciones Unidas, John Bolton, lanzó la tesis de que el objetivo del ataque fue material nuclear transportado desde Corea del Norte o unas instalaciones atómicas, extremos negados firmemente por Damasco. El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei, ha advertido del precedente de las falsas acusaciones contra el régimen de Sadam Husein.
Pero el tema de las armas de destrucción masiva ha salido también a la palestra en la revista Jane's, especializada en temas de Defensa. La publicación británica asegura que en julio murieron dos técnicos iraníes y una quincena de militares sirios en una explosión causada mientras trataban de colocar cargas químicas en misiles Scud.
Al mismo tiempo, los países de la región se han lanzado a anunciar programas nucleares para uso civil, algo que desagrada a Israel, también molesto por la decidida apuesta del OIEA por la negociación con Irán que, a su juicio, ha permitido que Teherán esté a punto de convertirse en potencia atómica. "Israel no será capaz de ignorar los esfuerzos de varios Estados de Oriente Próximo para construir armas de destrucción masiva", aseguró el miércoles Gideon Frank, representante de Israel en el OIEA. No hablaba expresamente del ataque a Siria. Seguro que Bibi sabe a que aludía.
Olmert sube en los sondeos
Cuando el Ejército israelí entra en juego, la población no suele hacerse preguntas. Las encuestas recientes publicadas tras conocerse el ataque de la aviación hebrea en territorio sirio reflejan que el 78% de los israelíes apoyan la operación. No conocían detalle alguno, y sigue ignorándose el porqué de la aventura militar. Pero la popularidad del primer ministro, Ehud Olmert -vapuleado meses atrás por escándalos de corrupción y por el desempeño de su Gobierno en la guerra contra Hezbolá-, ha repuntado 10 puntos de un solo golpe.
A lo largo de la historia de Israel el jefe de la oposición ha sido informado de las operaciones militares más relevantes. Por ejemplo, ocurrió en julio de 1976, cuando Isaac Rabin explicó a Menahem Begin el inminente rescate de los pasajeros israelíes de un avión secuestrado en Entebbe (Uganda). Entonces, Begin anduvo rápido y acudió al aeropuerto Ben Gurión a recibir a los liberados. Y se llevó los aplausos. Ahora Netanyahu, piensan muchos, trata de adelantarse al presentarse como "padre" del ataque a Siria. Lo planteó abiertamente el entrevistador de Bibi en la televisión pública, Haim Lavin: "¿No será porque a Olmert le va bien en los sondeos?".
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