Detenida una mujer acusada de degollar a su hija de seis años
El cadáver de la niña fue hallado por un hermano en su casa de Girona
Se llamaba Irene y con tan sólo seis años es la víctima inocente de un nuevo y dramático episodio de violencia familiar. La pequeña fue hallada ayer degollada en su casa de la calle Finestrelles del barrio gerundense de Can Gibert del Pla. Su madre, Rosa María C. B., una mujer de 43 años y nacionalidad española que estaba en tratamiento psiquiátrico, fue detenida por los Mossos d'Esquadra como presunta autora del crimen.
Los hechos ocurrieron hacia las once de la mañana, cuando Daniel, el hermano mayor de Irene y que no reside con la familia, se acercó al domicilio tras comprobar que la niña había faltado a clase por la mañana. Allí se encontró con un panorama espeluznante: su hermana estaba muerta sobre la cama con una cuchillada en el cuello y su madre tendida en el suelo, inconsciente. Todo indica que la mujer había ingerido algún tipo de sustancia en un intento de quitarse la vida después de matar a la pequeña.
Daniel, de 18 años y fruto de un matrimonio anterior, es legionario y se encontraba de permiso por unos días en Girona. Fue él quien avisó al actual marido y padre de Irene y ambos llamaron a la policía. La mujer fue trasladada al hospital Santa Caterina de Salt, donde permanece custodiada por los agentes como detenida en relación con el crimen. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver de la pequeña a las 14.30 y decreto el secreto del sumario.
La noticia causó conmoción en el barrio, donde la familia residía desde hacía nueve años y era bastante conocida. El padre es fontanero y la madre se dedica a limpiar casas. Según algunos vecinos, la pareja tenía fuertes discusiones y el hombre es "violento". "Había días que parecía que se iban a matar entre ellos", aseguró una vecina de la calle de Finestrelles.
A mediodía, el colegio público Montfalgàs, donde la pequeña cursaba sus estudios, era un hervidero de madres nerviosas que comentaban la tragedia mientras esperaban para recoger a los niños. "Mi hijo es muy pequeño pero está asustado y no sé cómo vamos a explicar esto a los niños", explicó una vecina. La dirección del centro convocó una reunión extraordinaria para abordar la situación y avisó a los padres que tenía previsto dedicar un minuto de silencio en memoria de la pequeña alumna.
Según testimonios de los vecinos, Rosa María estaba en tratamiento para superar una "profunda depresión" y tomaba ansiolíticos desde hacía tiempo.
Otros apuntan que la mujer padecía un trastorno bipolar y que había sido ingresada en otras ocasiones. Una vecina que coincidió con ella el pasado domingo mientras paseaban al perro afirmó que estaba "muy decaída" y que en el centro donde la trataban le habían quitado importancia a su problema. En cualquier caso, ayer la gente se resistía a creer lo sucedido. "La mujer estaba mal, pero no para llegar a hacer esto a su propia niña", comentaban en la calle.
Mari Ligero, una conocida de Rosa María, no encontraba palabras: "Era su mamá, no puede haberlo hecho". En el supermercado del barrio las empleadas mostraron su sorpresa. "Es cliente nuestra, venía al mediodía con la niña. Es muy habladora, muy sociable".
Otra empleada aseguró que su cuñada era "íntima amiga" de la mujer y que le constaba que ella "adoraba" a su hija. "Las veías siempre en el parque, jugaba con Irene, todo muy normal", añadió.
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