Sofía sigue la tradición de los infantes
Los príncipes de Asturias presentaron ayer a su segunda hija ante la Virgen de Atocha
Faltan 10 días para que Sofía cumpla cinco meses, pero sus padres, los príncipes de Asturias, han querido que la segunda de sus hijas siga cuanto antes con la tradición de los infantes. Por eso ayer don Felipe y doña Letizia llevaron a la pequeña hasta la Basílica de Atocha para presentarla ante la Virgen, una costumbre que inauguró Isabel II. Su hermana mayor, Leonor, cumplió con el rito a los siete meses de nacer.
Sofía es una niña muy despierta que se fija en todo y poco asustadiza. Ayer no se alteró ni por la gente que aplaudía su presencia, ni por el coro que cantó durante la liturgia. A la infanta, lo único que parece molestarle algo son los dientes. Por eso se metía la mano en la boca y babeaba tanto que sus padres, de vez en cuando, le pasaban un babero o le ponían un chupete. Ayer iba vestida con un traje blanco y de su cuello colgaba una cruz que le regaló la Reina, un obsequio que ha hecho a todos sus nietos. Y curioso, doña Letizia repitió el mismo traje que llevó el día del bautizo de la pequeña infanta.
La ceremonia de presentación de Sofía fue breve, apenas 20 minutos. El Príncipe alzó a la infanta ante la Virgen, en el momento preciso, en un gesto más medido que con Leonor, porque Sofía, al ser más pequeña, todavía no se mantiene erguida ella sola.
Rouco Varela, arzobispo de Madrid, ofició el acto, que por deseo de los Príncipes fue lo más sencillo posible. Don Felipe y doña Letizia también pidieron que las imágenes de lo que sucedía en la basílica no fueran emitidas en directo por televisión para evitar que formaran parte de la programación estrella de los programas matinales del corazón. Eso sí, Telemadrid, que tenía la señal institucional, la ofreció a todas las televisiones cuando poco antes de las 11.30 los Príncipes y Sofía regresaban al palacio de La Zarzuela.
Antes de marcharse, los Príncipes saludaron de lejos a la gente que esperaba su salida a las puertas de la iglesia, actitud que molestó a algunos. "Apenas les hemos visto", decía una vecina. "Y vete a saber si vuelven por aquí. Tendrían que tener otro niño", advertía otra.
Las más satisfechas, dos feligresas de la Basílica de la Virgen de Atocha que regalaron a Sofía una medalla a las puertas del templo. Tras consultarlo con el Príncipe, doña Letizia le puso a la pequeña la medalla al cuello junto a la cruz regalo de la Reina.
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