El PSE atribuye la renuncia de Imaz a la presión de la estrategia soberanista de Ibarretxe

El PSE achaca la decisión de Josu Jon Imaz de renunciar a la reelección como presidente del PNV a la presión de la estrategia soberanista del lehendakari Ibarretxe y aprovechará su marcha para reclamar para sí la centralidad política que entiende que los peneuvistas no podrán ya reivindicar. Los socialistas van a intensificar su control parlamentario sobre el Gobierno y el ofrecimiento de alternativas a los problemas concretos como forma de demostrar que tienen capacidad para gobernar. Su líder, Patxi López, contrapondrá en el pleno de política general del próximo día 28 su propia hoja de ruta a la "obsesión autodeterminista" de la consulta que defiende Ibarretxe.

"El lehendakari está cada vez más alejado de la gente y se ha convertido en un problema" para Euskadi por sus "obsesiones autodeterministas y soberanistas", enfatizó ayer el secretario general del PSE-EE, Patxi López, tras una reunión de su grupo parlamentario, que decidió intensificar el control sobre el tripartito. El PSE considera "agotado" al Ejecutivo y cree que la crisis en el seno del PNV es una consecuencia más de su debilidad e incapacidad y de la división que suscitan tanto la propia fórmula del tripartito como su persistente apuesta por la consulta popular sobre la autodeterminación.

López sostuvo ayer que dicha consulta supone ya la única bandera del tripartito, que no logra acuerdos entre sus miembros en las materias sectoriales, y advirtió de que está destinada al fracaso, ya que no es legal ni conecta con las prioridades de la sociedad vasca.

Los planes de torno a esa consulta, resaltó el líder del PSE, dividen incluso a los propios peneuvistas, como ha dejado ver la elaboración de la ponencia para su asamblea general de diciembre y la decisión de Imaz de no optar a la reelección. Las discusiones sobre esa cuestión han sido, en efecto, el principal motivo de discrepancia en la redacción de la ponencia política de los peneuvistas, hasta el punto de hacer temer una escisión y motivar la marcha de Imaz.

El PSE aprovechará este desenlace para, de aquí a las próximas elecciones autonómicas, tratar de ir caracterizándose como el centro en el espectro político. En paralelo, el grupo socialista debe ser capaz de presentar plantear soluciones a los problemas ciudadanos concretos para demostrar que el PSE está "preparado para gobernar". López anunció que el día 28 llevará al pleno de política general su propia "hoja de ruta" respecto a la paz y la normalización, basada en un acuerdo político transversal. Será su alternativa al planteamiento de Ibarretxe, del que no dudó que estará "desgraciadamente" centrado en la consulta.