"Todo lo de Ferrari es muy fiable"

Hubo una diferencia sustancial entre la primera reunión del Consejo Mundial de la FIA, el 26 de julio, y la del pasado jueves en París. Los 26 miembros del Consejo lograron demostrar esta vez que la información confidencial de Ferrari en posesión de Mike Coughlan, ingeniero jefe de diseño de McLaren, había estado circulando con cierta fluidez en el seno del equipo británico. Fue esta circunstancia la que permitió al Consejo declarar culpable de nuevo a McLaren, pero esta vez para sancionarle con 100 millones de dólares (72 millones de euros) y la pérdida de los puntos del Mundial de constructores. Y en esta nueva evidencia tuvieron mucho que ver los e-mails que se habían intercambiado Fernando Alonso y Pedro de la Rosa, pilotos de McLaren, que habían mandado toda esta información a la FIA bajo la presión de poder perder la superlicencia y a cambio de inmunidad.

No fueron las únicas evidencias que se estudiaron en la última reunión del Consejo Mundial. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) hizo ayer públicas las pruebas que se analizaron en la reunión en un amplísimo comunicado, que incluía la transcripción completa de los correos que se intercambiaron Pedro De la Rosa y Fernando Alonso. Son trascendentes, es cierto, y ofrecieron a Max Mosley, presidente de la FIA, la base para sustentar su decisión de anular la apelación que él mismo había promocionado y llamar de nuevo al Consejo Mundial. Sin embargo, en el informe aparecen también múltiples datos que implican directamente a otros miembros del equipo McLaren, y que demuestran que sabían la existencia del dossier de Ferrari y que trabajaron con otras informaciones técnicas procedentes de Coughlan y, consecuentemente, de Nigel Stepney, el ex jefe de mecánicos de Ferrari, que se las proporcionaba.

Entre Stepney y Coughlan la información circulaba por doquier. Entre el 11 de marzo y el 3 de julio, quedaron registradas 35 llamadas telefónicas y 288 sms. Además se habían mandado 23 e-mails que incluían dibujos, planos, etc., según el informe que mandó la fiscalía de Módena a la FIA. Y, naturalmente, durante este tiempo se reunieron tres veces, en una de las cuales, el 28 de abril en Castelldefels, Stepney le entregó el detallado dossier confidencial de Ferrari, de 780 páginas. El asunto estalló cuando, a finales de mayo, la esposa de Coughlan intentó escanear este informe en una tienda cercana a Woking y el propietario lo delató a Ferrari.

Sin embargo, hay evidencias de que algunos datos técnicos de los Ferrari fueron, como mínimo, contrapuestos a los de McLaren para comprobar si eran susceptibles de ser usados. "Si no se utilizaron fue porque el McLaren es significativamente distinto al Ferrari y técnicamente no era posible aplicarlas", determinaron los miembros que llevaron a cabo la investigación. Sin embargo, queda evidenciado que muchas veces diversos miembros de McLaren acudieron a Coughlan para saber detalles sobre soluciones técnicas, el funcionamiento o la estrategia de Ferrari. Y él respondió con un conocimiento exhaustivo del rival.

Una muestra queda clara en un e-mail que De la Rosa le mandó a Alonso el 25 de marzo, en el que afirma: "Toda la información de Ferrari es muy fiable. Procede de Nigel Stepney, su ex jefe de mecánicos. No sé qué puesto ocupa ahora. Es la misma persona que nos dijo que Kimi pararía en la vuelta 18ª en Australia. Es muy amigo de Coughlan, nuestro jefe de diseño, y él se lo dijo". Los intercambios de comunicaciones entre Alonso y De la Rosa fueron densos a finales de marzo, antes de que Coughlan recibiera el informe de Ferrari, pero después de que se hubieran producido ya comunicaciones importantes entre el técnico de McLaren y el de Ferrari. "Cuando en marzo hablaba con Coughlan, lo estaba haciendo con uno de los jefes de mi equipo e intercambiábamos las informaciones que sabíamos sobre nuestro principal rival, Ferrari", se defiende De la Rosa. "Me sorprendió su precisión, hasta el punto de que le pregunté cómo sabía tantas cosas. Y me respondió que se las explicaba Stepney. Lo hablé con Alonso, porque somos españoles y es amigo mío. Con Lewis [Hamilton] hay menos relación. Pero no me siento imputado en el caso de espionaje por todo esto. Fui al Consejo y expliqué lo que yo sabía. Nada más".

Las conclusiones del Consejo fueron que Coughlan sabía muchas más cosas de las que se pensaba en un principio; que la información circuló por todo el equipo McLaren; que De la Rosa había recibido información secreta de una fuente que sabía que era ilegítima; que la compartió con Alonso; que hubo intención en varios miembros del equipo McLaren de utilizar esta información y que si no lo hicieron fue sólo por problemas técnicos; y que el trabajo de Coughlan pudo estar influenciado por el conocimiento de secretos de Ferrari. "De alguna forma, se obtuvieron ventajas deportivas", concluye el informe. De ahí la sanción a McLaren.