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Alborch denuncia que 17 parcelas para colegios en Valencia son solares baldíos

Font de Mora inaugura dos institutos en Torrevieja para abrir el curso en Secundaria

"La ciudad crece, pero de forma desigual", resumió ayer la portavoz municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, con un mapa de la ciudad en la mano donde se aprecia cómo en los 14 barrios nuevos creados en las últimas dos décadas "no se ha hecho ni un solo colegio". De las 31 parcelas de reserva escolar fijada por ley en el Plan General de Ordenación Urbana de 1988 sólo cinco han tenido uso educativo; nueve se han recalificado para regalarlas a la Iglesia y a una academia privada, y las otras 17, que ocupan 206.000 metros cuadrados, siguen en barbecho.

"La educación es el primer paso para la igualdad de oportunidades" y, desde luego, matizó -a la luz de las "carencias educativas" que acumula la gestión municipal de Rita Barberá- el PP "no garantiza el derecho a la educación pública" para los 8.980 alumnos censados que ya están residiendo en los 18.500 pisos de renta libre terminados en menos de una década. La velocidad de crucero a la que se han creado estos 14 barrios nuevos en Valencia contrasta con la "carencia" de servicios públicos y dotaciones escolares.

En ese mismo periodo, puntualizó Alborch en rueda de prensa, "no se ha edificado ni un solo colegio público". Y le recordó a la alcaldesa que "la calidad de vida de los ciudadanos va conectada a la proximidad de los servicios educativos". La portavoz socialista, mapa en mano, señaló la localización y el tamaño de las 31 parcelas escolares reservadas en el PGOU de 1988, que ocupan una superficie de 300.236 metros cuadrados. Y lamentó que, 19 años después, "en 17 de esos solares no se haya construido ningún centro educativo, mientras nueve se han recalificado para viviendas y otros usos", como la Iglesia de los Mártires y la academia privada Marni.

Lo "único" que se ha hecho a nivel público son tres institutos, un colegio proyectado en la etapa socialista en concierto con un promotor y una reforma en otro más que ha consistido "en un cambio de la valla que lo rodea", precisó. La portavoz municipal socialista advirtió a Barberá que "todavía está a tiempo de atajar el problema" e instó al Ayuntamiento a que "ceda los terrenos a la Generalitat" y le "exija que programe ya la construcción de estos centros educativos".

Juan Soto -el concejal socialista que en 2000 ya denunció la venta de suelo público escolar- exigió celeridad en la recalificación de las 17 parcelas pendientes. "Hay 9.000 niños de entre 3 y 18 años que no tienen la posibilidad de acceder a un centro público en su distrito, y desde hace años están escolarizados fuera de sus barrios", y 59.200 vecinos con piso nuevo que"viven rodeados de solares abandonados, donde debería haber colegios".

Entretanto, el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, aprovechó ayer el inicio de curso de los 305.579 alumnos de enseñanzas medias, para inaugurar, no uno, sino dos institutos nuevos en Torrevieja y mostrar así la apuesta de la Generalitat de Francisco Camps por "las infraestructuras educativas". El consejero anunció, de paso, que habrá una Ley Valenciana de Educación, "porque la actual legislación es manifiestamente incapaz", en su opinión. De manera que pidió al Gobierno socialista "una reflexión dialogada, bajando a la realidad de las aulas". El consejero rebajó las críticas sindicales a "la falta de planificación" que dejó a 32 alumnos de Segorbe, 620 de Valencia y Torrent y 80 en Alicante sin clases por falta de aulas prefabricados.

Los sindicatos STEPV, Fete-UGT y CC OO, sin embargo, subrayaron que el curso en Secundaria comienza "lastrado" por la falta de recursos, el concierto del Bachillerato y la alta tasa de provisionalidad del profesorado.

El edil socialista Juan Soto y la portavoz municipal Carmen Alborch, ayer, en rueda de prensa.
El edil socialista Juan Soto y la portavoz municipal Carmen Alborch, ayer, en rueda de prensa.SANTIAGO CARREGUÍ

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