La Ertzaintza aplica tolerancia cero frente a los proetarras

Los apenas 300 manifestantes convirtieron el centro de la ciudad en campo de batalla. Hubo nueve detenidos, entre ellos el portavoz de la ilegalizada Askatasuna, Juan María Olano.

La intensidad de la violencia utilizada por los manifestantes entre miles de asombrados ciudadanos que asistían a un domingo de regatas hizo recordar las algaradas que muchos fines de semana se producían en San Sebastián hace años. Los agentes antidisturbios, que recibieron una lluvia de todo tipo de objetos, no cedieron un milímetro y se emplearon con contundencia. Cinco de ellos y otros seis ciudadanos resultaron heridos.

La actuación policial se producía el mismo día en que se conocía el primer comunicado de ETA tras la ruptura de la tregua en marzo. En un inequívoco tono de dureza, la banda, que asume la autoría de varios atentados, recalca que "seguirá golpeando las estructuras del Estado español en todos los frentes". ETA reparte además culpas por doquier, con ataques al Gobierno, el PSOE, el PNV y Nafarroa Bai, una formación abertzale. La respuesta de todos los partidos e instituciones se resume en dos frases de la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate: "No les queremos para nada. Que nos dejen en paz".