La doble dimisión de Joaquín Ramírez hace aflorar la crisis soterrada del PP malagueño
El presidente provincial popular niega que Javier Arenas le forzara a dejar el Ayuntamiento
El malestar soterrado entre parte de la militancia del PP de Málaga con la gestión de su presidente, Joaquín Ramírez, ha acabado por aflorar e iniciar una crisis de final incierto. El sábado, Ramírez sorprendió a los miembros de su junta directiva con una doble dimisión. Al ya previsto abandono del cargo de portavoz en la Diputación Provincial añadía la renuncia al puesto de concejal en el Ayuntamiento de Málaga, una maniobra inesperada que desató las especulaciones sobre su futuro político. Ramírez asegura que la doble dimisión, que ya se produjo tras las elecciones de 2003, "estaba prevista".
Fuentes del PP, algunas próximas a Ramírez, afirman que la dirección regional del partido "le forzó a dimitir" tras haber perdido la confianza de los dirigentes regionales del partido y de su presidente, Javier Arenas. Según las mismas fuentes, esta supuesta caída en desgracia "se viene larvando desde hace tiempo" y se ha "acelerado" después de que Luis Portero, ex vicesecretario de organización provincial y enemigo de Ramírez, enviara a las direcciones regional y nacional un informe con supuestas irregularidades en la gestión del presidente provincial. En la misma misiva, Portero, que ha rehusado hacer declaraciones, solicitó una auditoría sobre las cuentas del PP malagueño.
Ramírez asegura que la decisión de dimitir del cargo de concejal fue "exclusivamente" suya. Sin embargo, esta medida cogió por sorpresa a los miembros de la junta directiva del PP malagueño, que estaban convencidos de que Ramírez se quedaría en el consistorio al menos hasta el próximo enero. Ante el estupor generado entre los suyos, el propio presidente regional del PP, Javier Arenas, negó el domingo que forzara la salida de Ramírez de los dos cargos.
El presidente del PP malagueño considera que las cartas de Portero son una "miseria humana" que "han emborronado el tema" y han "dado aire al PSOE en Málaga". Fuentes del PP afirman que entre estas supuestas irregularidades, la que "más han molestado a la dirección regional" es el hecho de que un militante de base haya pedido un aval personal para enjugar la deuda del PP local. "Eso es absolutamente falso", replica Ramírez. Respecto a la supuesta deuda de 270.000 euros que mantiene el PP malagueño, el presidente del PP afirma que "pertenece a 1991", cuando él no tenía cargo alguno en la organización.
Tras las elecciones de 2003, Ramírez ya dimitió como diputado provincial y como concejal en Málaga, tras un indisimulado enfrentamiento con el alcalde, Francisco de la Torre. En esta ocasión, la doble dimisión se ha interpretado como aperitivo de un posible relevo al frente del partido en Málaga, cargo que compagina con sendos escaños en el Senado y en el Parlamento de Andalucía. Fuentes del PP especulan con que la dirección regional decrete la sustitución de Ramírez antes de las próximas elecciones generales y autonómicas y coloque a un presidente de transición hasta el siguiente congreso provincial previsto para dentro de un año.
La visión de Ramírez es radicalmente distinta: "Me siento completamente respaldado por mi partido, por Javier Arenas y por Mariano Rajoy, y ya veremos si me presento al siguiente congreso". Ramírez, que tiene como aval el haber colocado al PP como primera fuerza política en número de votos en la provincia de Málaga, es considerado por militantes cercanos a él como "un presidente díscolo que tiene la habilidad de indisponerse con todos los líderes".
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