La enfermedad de la 'lengua azul' afecta ya a 47 explotaciones ganaderas en cuatro provincias
El consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, elevó ayer a 47 el número de explotaciones ganaderas andaluzas que están sufriendo casos de fiebre catarral ovina, conocida como lengua azul. Todo indica que, a los tres focos conocidos en las provincias de Cádiz, Málaga y Huelva, que suman 37 explotaciones, se va a sumar un cuarto en Sevilla. Allí se han detectado diez posibles nuevos casos en sendas granjas. Los resultados de sus análisis han dado positivo en el Laboratorio de Sanidad Animal de Córdoba y esperan confirmación en el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid).
La presencia de la enfermedad en este cuarto foco no sería de extrañar, según adelantó ayer Saldaña. El consejero advierte de que esperan que la enfermedad avance por toda la mitad sur de la península Ibérica, hasta llegar a Madrid. "Es una enfermedad con la que nos tenemos que acostumbrar a vivir", dijo, "pero tenemos que recordar que hablamos de una enfermedad meramente animal, que no entraña ningún riesgo para los humanos. Por eso pido responsabilidad a los políticos que, como el alcalde de Moguer [Juan José Volante, del PP] han causado una alarma innecesaria que puede afectar muy negativamente al sector".
Saldaña informó de que el serotipo (variante) del virus detectado en esta ocasión es el 1. "El virus que nos atacó anteriormente fue el cuatro y ante aquel está vacunado la cabaña", señaló. El responsable de Agricultura y Pesca auguró que, para el mes de noviembre ya esté preparada una vacuna sintética para el serotipo implicado en el actual brote.
La lengua azul es una enfermedad animal que no se contagia entre individuos de manera directa, sino que requiere de la presencia de un insecto, concretamente culicoides (mosquitos) que al picar a un animal infectado, pueden transmitir la enfermedad a otro. Debido a esta característica del mal, la Junta no se plantea realizar sacrificios masivos de animales, como ocurrió durante el último brote, en 2004.
Hace tres años, hubo quien sacó un claro beneficio económico de esta matanza. "En el Condado se sacrificaron 6.500 reses, habiendo alguna explotación que se llevó como indemnización hasta 264.000 euros".
Por otro lado, una plaga conocida como del abichado del olivo (Euzophera pingüis) -un insecto que se encuentra en toda la cuenca mediterránea- se extiende con rapidez por varias comarcas olivareras andaluzas, especialmente en las zonas de vegas. Se trata de una plaga que causa graves daños, sobre todo en árboles jóvenes y en injertos, informa Ginés Donaire.
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