_
_
_
_
_

Ford y UGT firman un acuerdo "fuera de contexto" para salvar Almussafes

La factoría producirá un mínimo de 350.000 unidades con una inyección de 425 millones

Ford Motor Company perdió 9.800 millones de euros en 2006 y ha diseñado una estrategia para recortar 45.000 empleos en todo el mundo. El futuro de sector de la automoción en toda España pende de un hilo. Pero Ford comprometió ayer una inversión en herramientas y maquinaria en la factoría de Almussafes de 425 millones de euros y firmó un acuerdo "fuera de contexto", en palabras de Gonzalo Pino, secretario de UGT en Ford, que garantiza el empleo a los 7.500 trabajadores de la plantilla y una producción mínima anual de 350.000 unidades durante cinco años.

John Fleming, presidente de Ford Europa, firmó un acuerdo que compromete la millonaria inversión a cambio de "estabilidad laboral" durante los próximos cinco años. El pacto negociado durante dos largos años establece que entre julio y septiembre de 2008, cuando deje de fabricarse el actual modelo de Fiesta y hasta principios de 2009, cuando arranque la producción de un nuevo modelo de Fiesta, "en lugar de presentar un expediente de regulación de empleo para el 40% de la plantilla, la compañía ofrecerá cargo de trabajo alternativa", resumió Gonzalo Pino, secretario de UGT en Ford, el sindicato que representa al 90% de los 7.500 empleados de la factoría de Almussafes. "Los trabajadores de Almussafes y los que dependen de Ford tienen garantía de futuro para cinco años", explicó Pino, "si no hubiéramos llegado a este acuerdo estaríamos ante una situación muy compleja".

Fleming, por su parte, cantó las excelencias de la plantilla de la factoría de Almussafes y de sus representantes sindicales, siguió con la calidad de sus productos y, en tercer lugar, aludió a la "respuesta" y "ayuda" de los gobiernos central y autonómico para justificar la inversión de 425 millones de euros.

El responsable de Ford para toda Europa explicó que Almussafes seguirá siendo "la fábrica flexible" de la multinacional, es decir, una factoría capaz de producir vehículos pequeños y medios, como el Fiesta y el Focus, pero susceptible de asumir, además, posibles excesos de producción de otras plantas europeas donde el trabajo está tasado de forma más estricta.

Por la misma razón, Fleming insistió en que "se sentiría avergonzado" si Almussafes no fuera capaz de superar con creces las 350.000 anules de volumen "mínimo garantizado" en el periodo comprendido entre 2008 y 2013. En 2006, la factoría valenciana fabricó 420.000 unidades.

El acuerdo de inversión está dirigido a mejorar la ergonomía de las herramientas que se usan en Almussafes, de modo que la factoría se convertirá "en un modelo para la automoción en general y para la producción en cadena en todo el mundo", según Pino.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A cambio de la millonaria inyección económica de parte de Ford, los trabajadores de Almussafes se comprometen a plantear demandas razonables en el próximo convenio. "No pediremos reducción de jornada y asumiremos que no todas las vacaciones se podrán disfrutar en los tres meses habituales de verano, solo la mayor parte", explicó Pino.

La flexibilidad en los periodos de vacaciones es clave para afrontar bajas de demanda en meses que no coinciden con el periodo estival y es una práctica habitual en todas las fábricas de automóviles de Europa.

Fleming confesó que durante los dos largos años de negociación con UGT los responsables de la multinacional barajaron todas "las soluciones y oportunidades para mantener la sostenibilidad de Ford Europa". Es decir, no se descartó el desmantelamiento de Almussafes. Pero el agua no llegó al río: "Por eso hemos trabajado tanto en este acuerdo, porque queremos asegurar la competitividad de la planta". Y añadió: "Dentro de cinco años se nos juzgará por nuestros resultados y nuestra competitividad".

Fleming, además, apuntó que la situación de Ford Motor Company, que registró el año pasado las peores pérdidas de su historia, no se debe extrapolar a Ford Europa: "Estamos teniendo éxito, nuestros modelos Mondeo, Galaxy y S-Max están siendo muy bien recibidos por nuestros clientes". Pero subrayó que una parte clave del acuerdo firmado con UGT pasa por extender entre los 7.500 trabajadores de Almussafes "el conocimiento de que tenemos que reducir nuestros costes, tenemos que seguir mejorando, todas las factorías europeas pueden mejorar".

Derechos adquiridos

Para evitar malentendidos, Pino apuntó a continuación que el acuerdo no merma de ningún modo "los derechos adquiridos" por los trabajadores a lo largo de 30 años de negociaciones del convenio.

Queda en el aire el modelo que producirá Almussafes para compensar el abandono del actual Fiesta a partir de mediados del próximo ejercicio. Fleming avanzó que la decisión se anunciará en un plazo entre tres y seis meses. Pero descartó que la factoría valenciana fabrique coches de mayor tamaño y, en paralelo, de mayor valor añadido. El presidente de Ford Europa apuntó, por el contrario, que "hay pocos vehículos de gama alta" y que la virtud de Almussafes reside en su condición de "factoría flexible".

Fleming aprovechó la ocasión para deslizar que Ford espera anunciar un acuerdo con el Gobierno de Rumanía en el plazo de dos o tres semanas sobre la posibilidad de levantar una nueva factoría en Europa sobre instalaciones preexistentes de una marca local. Almussafes tendrá nuevos competidores dentro de cinco años.

Ayudas y respuestas

John Fleming, presidente de Ford Europa, destacó ayer la calidad de la "respuesta" y la "ayuda, muchísima" que ha recibido de parte de los gobiernos nacional y autonómico para garantizar, al menos, cinco años de futuro a la factoría de Almussafes. Fleming no ocultó la sonrisa, pero evitó en todo momento cifrar el volumen de esas ayudas.

Antonio Ades, director general de la factoría de Almussafes, apuntó de inmediato que "las subvenciones y ayudas de los gobiernos central y autonómico están restringidas por la Unión Europea" para evitar cualquier malentendido.

A lo largo de los dos últimos años de negociación se ha barajado de forma genérica una cifra de inversión global de 500 millones de euros en Almussafes.

Fleming comprometió ayer una inversión de 425 millones. Gonzalo Pino, secretario de UGT en Ford, el sindicato que representa al 90% de la plantilla, sugirió ayer que los 75 millones restantes para redondear los 500 procederán de los gobiernos central y autonómico en forma de ayudas a la investigación y el desarrollo.

Para lograr esas ayudas, Ford deberá optar a las convocatorias públicas de ambas administraciones. "Ahora les toca estrujarse el seso para obtener el dinero", apuntó Pino.

Fleming se desplazó desde la factoría de Almussafes al Palau de la Generalitat para entrevistarse con el presidente Francisco Camps. El responsable de Ford Europa también evitó anticipar el contenido de la entrevista. Apenas concedió que se abordarían cuestiones relacionadas con algunas mejoras en las infraestructuras logísticas que Ford viene demandando desde hace tiempo para mejorar la competitividad de Almussafes, esencialmente, una línea ferroviaria exclusiva para carga a lo largo del corredor Mediterráneo y paralela al tren de pasajeros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_