PSdeG y BNG acuerdan zanjar su pugna por la enseñanza del himno en las guarderías

Socialistas y nacionalistas cogieron ayer la pala para enterrar su enfrentamiento por la enseñanza del himno en las guarderías. Tras acusar al PSdeG de "debilidad intelectual" por no aceptar que los niños de tres años le canten en las aulas a la Nazón de Breogán, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana (BNG), aplaudió la propuesta del presidente, Emilio Pérez Touriño, para zanjar esta "estéril y extraña polémica" que dice no haber generado. La Consellería de Educación, en manos del PSOE, anunció que mantendrá su pacto con Vicepresidencia sobre educación infantil.

Los socios del bipartito quieren que su conflicto por la edad a la que los niños deben aprender el himno gallego se quede en una tormenta de verano. Desde que el viernes Vicepresidencia anunció que enseñaría a los alumnos de sus guarderías a entonar los versos de Pondal, PSdeG y Bloque han mantenido un pulso que les ha llevado a acusarse mutuamente de estar "acomplejados". Ayer los aliados en la Xunta acordaron relajar la tensión, aunque los nacionalistas mantienen que impartirán lecciones sobre la identidad gallega en las galescolas, las guarderías infantiles que ellos gestionan.

El vicepresidente Anxo Quintana matizó que en estos días "todo" lo que dijo fue que sería "bueno" que los niños gallegos "conociesen el himno". El nacionalista calificó de "absurda" la polémica y se mostró partidario como Touriño de zanjar el enfrentamiento. "Todos los gallegos deben conocer el himno y eso de toda la vida se hizo en la escuela, en la casa, en la calle", afirmó el líder del BNG, que coincide en el llamamiento a la "responsabilidad" que hizo el presidente el lunes en un mitin en Cambados.

Quintana cree que con su propuesta de llevar el himno a las guarderías no planteó "absolutamente ningún problema", sino sólo un "deseo" de que los gallegos tengan un "acercamiento" a su "identidad" en "todas las etapas de la vida". "Y así lo vamos a hacer", concluyó el vicepresidente de la Xunta, tras clausurar en el Complexo Xuvenil de Gandarío los campamentos y campos de trabajo organizados por Vicepresidencia.

El vicepresidente de la Xunta ensalzó los campamentos en los participaron 10.000 jóvenes y los calificó como un "compromiso con el país". "Contribuyen a que los chavales profundicen en el conocimiento de su propia identidad y refuercen su sentimiento de pertenencia al país". Quintana aseguró que este año Vicepresidencia hizo una "apuesta por la galleguización" de las actividades.

Las templadas declaraciones de Quintana sobre el himno y la infancia fueron acompañadas por la conselleira de Educación, la socialista Laura Sánchez Piñón. Horas después de las manifestaciones del número dos de la Xunta, la responsable de Educación descartó romper su pacto con Vicepresidencia sobre el temario que estudiarán los alumnos de Educación Infantil. Pese a que su departamento le advirtió el viernes al BNG que "bajo ningún concepto" permitiría impartir el himno en las guarderías, Sánchez Piñón admitió ayer que no piensa introducir cambios en el decreto que regulará los contenidos educativos de esta etapa para evitar que Vicepresidencia incluya la enseñanza del himno a los menores de 3 años.

Sin "base educativa"

En su afán por no echar más leña al fuego, la conselleira de Educación evitó aclarar si finalmente los niños de las galescolas -las guarderías que gestiona Vicepresidencia- entonarán el himno en las aulas a partir del curso que viene. Sánchez Piñón alegó que su departamento no quiere "continuar alimentando la polémica" que, añadió, "no tiene base educativa".

La socialista insistió en que es su consellería la que tiene la competencia para diseñar los contenidos que se imparten en todos los centros educativos, incluidas las guarderías, pero que el decreto que regula el temario de educación infantil no llega a tanto nivel de detalle como para recoger o excluir la enseñanza de un himno. "Todos los padres saben lo que se debe enseñar en esta etapa", aseveró la responsable de Educación. El borrador de la norma que regulará las enseñanzas de hasta seis años está pendiente de aprobación.