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La fibromialgia golpea tres veces más a la mujer

Ginés Donaire

La fibromialgia se ha convertido en una de las enfermedades de las sociedades modernas más difícil de combatir por su complejidad y las dificultades para conocer sus orígenes y pautas de comportamiento. De hecho, se la conoce como enfermedad "invisible" y está asociada a una amplificación del dolor y, de modo más específico, con la contractura muscular.

"Es muy difícil curarse cuando continuamente hay que demostrar la enfermedad, y eso provoca un estrés y, como hay dolor, un sedentarismo añadido, que son sus peores aliados", señaló ayer Isabel Salvat, investigadora y profesora de Fisioterapia de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de Tarragona. Salvat dirige, junto al experto fisioterapeuta Orlando Mayoral, el curso sobre la fisioterapia del dolor miofascial y de la fibromialgia que se celebra durante toda la semana en la sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) de la Universidad Internacional de Andalucía (Unia).

Todos los estudios epidemiológicos han constatado la alta prevalencia de la fibromialgia, especialmente entre las mujeres, que tienen una relación de tres afectadas por cada varón. La profesora Isabel Salvat considera que el ejercicio físico es la mejor terapia contra la enfermedad, y apunta otros retos que tienen por delante los investigadores. "Hay que avanzar en la comprensión moderna del dolor y sustituirlo por el modelo tradicional mecanicista", indicó Salvat.

Por su parte, el fisioterapeuta del Hospital Central de la Defensa de Madrid Juan Manuel Martínez Cuenca destacó la importancia del diagnóstico de los llamados "puntos gatillo" -conocidos como síndrome del dolor miofascial- en el tratamiento de enfermedades como la fibromialgia. Según explicó, el síndrome se basa en una estructura que se localiza en el músculo y que se reconoce "como un punto más doloroso dentro de una cuerda muscular tensa" y admitiendo que es una entidad "bastante desconocida" entre los especialistas de la salud.

El doctor Martínez dijo que son los fisioterapeutas los que, por el momento, más dominan esta patología, y destacó que en la actualidad está cambiando la concepción que se tiene sobre esta especialidad médica. También añadió que el síndrome del dolor miofascial tampoco es conocido suficientemente porque "no es una entidad que se vea en la carrera de Medicina" y la sanidad pública "tampoco le da la importancia que tiene".

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