Aliados del aire
¿Quién no se ha fijado en los aparentemente caprichosos vuelos de discos y jabalinas? A pesar de que los explica bien la aerodinámica, que cada vez conocemos mejor, nos seguimos quedando atónitos durante sus vuelos sin saber muy bien dónde y en qué posición caerán. Los buenos lanzadores son capaces de ganar distancia en el lanzamiento gracias a la fuerza de sustentación, que puede prolongar el vuelo del disco en su último trecho. Se ha calculado que pueden lanzar por encima del 10% más lejos en la atmósfera real, en la que juega en contra la fuerza de resistencia, que en un hipotético vacío.
Sorprendentemente, también son capaces de apoyarse en el viento en contra del lanzamiento y jugar con él logrando mayor distancia que si no hubiera viento. Y todo esto, porque la sección o rodaja del disco no es más que un perfil que, cuando se enfrenta con pequeños ángulos de ataque al viento, produce sustentación, como el ala de un avión. Eso es lo que parece tener Pestano esta temporada: alas, que le impulsaron su lanzamiento hace menos de dos meses en Atenas hasta los 68,26 metros.
La rodaja del disco es un perfil que, ante pequeños ángulos de ataque al viento, produce sustentación
El reglamento fija el peso mínimo que ha de tener el disco, que se comporta como los típicos cilindros de un museo de la ciencia que se dejan rodar a la vez por una pendiente para ver que, aunque ambos tienen idéntica masa y tamaño, el que la tiene distribuida más lejos del eje de giro es más perezoso en ponerse a rodar y en ganar velocidad. Esa inercia tiene una relación estrecha con el rendimiento en el lanzamiento de disco. Los mejores discóbolos eligen artefactos de mayor inercia, con el 80-92% del peso situado en el anillo o llanta exterior.
Los lanzamientos de Mario pertenecen ya al club de los discos soltados a 25 metros por segundo (90 kilómetros a la hora). Los miembros de ese club se caracterizan también por usar discos perezosos y por dejarlos en el aire con trayectorias relativamente bajas (en torno a los 35 grados) para que, de esa manera, la negociación con la aerodinámica pueda dar sus frutos y conseguir esos pequeños ángulos de ataque que tan bien le sientan al lanzamiento. Pestano y otros atletas han sido varias veces estudiados en su biomecánica por los equipos de los profesores García Fojeda y Ferro. Los resultados eran transferidos al responsable nacional de lanzamientos, Carlos Burón, quien supervisó los estudios para que pudieran ser utilizados en la mejora de las marcas, que en alguna medida habrán contribuido. Es gratificante observar que España continúa, además de en peso, considerada en los lanzamientos.
Xavier Aguado Jódar es biomecánico de la Facultad de Ciencias del Deporte, Universidad de Castilla-La Mancha (xavier.aguado@uclm.es)
