Diálogo de artes

Proceden de disciplinas distintas, la empresa, el arte plástico y la arquitectura pero comparten ganas de romper esquemas en sus ámbitos profesionales. El empresario Santiago Puente, gerente de la empresa promotora Grupo Torres, el artista Joan Sapena, y los arquitectos Santiago Navarro y Ximo Vallés se han involucrado en el proyecto Arts Experiència, un edificio singular que se construirá en un barrio periférico de Gandia y que pretende establecer un "diálogo de artes" con una doble función social y estética. El inmueble aunará la oferta residencial (27 viviendas al precio de mercado de la zona, locales comerciales y garajes) y espacios para uso público y promoción de la convivencia vecinal.

"Se construyen ciudades sin el servicio de artes como la arquitectura, la escultura o la pintura que aportan mucho al mundo urbano"

Una intervención escultórica de 20 metros de altura, en forma de llave y realizada en hierro se integrará en la fachada y la estructura del edificio y le concederá un valor estético añadido. La buena sintonía y la sinergia que se ha establecido entre los cuatro jóvenes (ninguno supera los 33 años de edad) promete nuevas propuestas y proyectos singulares en otros puntos de la ciudad que ya están ultimando.

El escultor y el empresario se conocían del instituto pero sus vidas llevaron rumbos muy diferentes. Sapena se decantó por el artístico, mientras que Puente siguió la trayectoria familiar ligada al sector de la construcción. De trabajador en la empresa de estructuras de su padre, a formar parte hace unos años, junto a sus cuatro hermanos, de una empresa de construcción propia, el Grupo Torres.

Volvieron a encontrarse hace unos años y en las conversaciones se fue fraguando el proyecto Arts Experiència. El artista había realizado en 1999 una exposición de esculturas bajo el lema Casas llave, que combinaba estos dos conceptos.

La idea era aunar arte y arquitectura en un edificio que permita intervenciones artísticas para crear un "vínculo afectivo lugar-persona sea cual sea su economía", explica Sapena. El edificio Arts Experiència plantea "un diálogo de artes entre la escultura y arquitectura, que rompe los límites que se establecen entre estas dos disciplinas, supera la función ornamental de la obra escultórica y la traslada de los espacios habituales, como plazas, rotondas o galerías de arte", añade.

Santiago Navarro y su compañero de equipo Ximo Vallés trabajaron junto al artista en la viabilidad del proyecto que se realizará en hierro. Navarro interpreta la intervención del artista como "una máquina que va deformando la fachada" y ofrecerá al conjunto una singularidad y un valor artístico. Pero para el arquitecto, lo más interesante del proyecto es "su finalidad social". "Nos interesaba hacer este tipo de edificio para un cliente normal, con un presupuesto más social", dice Navarro, e intervenir además con una propuesta innovadora y atractiva en un espacio degradado y periférico del municipio. "El proyecto ofrece muchas posibilidades para regenerar la zona y su mejora ambiental", añade. "La gente empieza a tener ganas de novedades", asegura Navarro, que junto a Vallés y desde su estudio en Gandia apuesta por proyectos atrevidos, que se preocupen por la estética, que cuiden el interiorismo y no renuncien a su finalidad social.

El empresario es el motor económico del proyecto. La filosofía de la iniciativa es "dar valor" a zonas periféricas de la ciudad como activos dinamizadores, y promover viviendas con una función social, comercial y de satisfacción residencial, asegura. Puente ya proyecta la creación de un edificio que se convertirá en la sede de las oficinas de la empresa familiar y de la Fundación Torres, que albergará también una sala de exposiciones, y que pretende impulsar "las artes, la cultura y la vivienda". "Se construyen ciudades sin el servicio de artes como la arquitectura, la escultura, la pintura y otras disciplinas que pueden aportar mucho al mundo urbano", apunta Sapena.

El equipo que forman Puente, Navarro, Vallés y Sapena ha conectado a la perfección. Cada uno mantiene su independencia profesional y autonomía. Congenian en ideales, inquietudes, propuestas y en una concepción de la vivienda y el espacio urbano que "rompa" esquemas, una carencia en ciudades como Gandia, cuya construcción mantiene todavía hoy la estética y funcionalidad de las viviendas de los sesenta y setenta. Los cuatro llegan con ideas frescas, ganas de trabajar y empeño en defender sus propuestas. Arts Experiència pretende ser el primero de una serie de edificios singulares y referentes de la ciudad. En unos años se verán los resultados.