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Reportaje:

Bulos que rodean al móvil

Historias falsas sobre la telefonía celular gozan cada vez de más éxito

Ramón Muñoz

Las leyendas urbanas, esos bulos que se extienden boca a boca, con tanto éxito que la gente los llega a tomar por verdades absolutas, han llegado al móvil. Aquí se propagan con rapidez con mensajes de texto (SMS) y correos electrónicos. Y algunos se los creen: una abonada de Vodafone, que era vidente, reclamó a la empresa porque creía que las emisiones radioeléctricas de las antenas le impedían adivinar el futuro. Sin ir tan lejos, estas son algunas leyendas y mitos de la telefonía móvil. Ojo, no todas son falsedades.

- Llamadas perdidas. ¿Las operadoras cobran las llamadas perdidas? Este bulo lideró el hit-parade durante varias navidades gracias a e-mail en cadena que llegaron a miles de ordenadores. Ninguna operadora en el mundo cobra las perdidas, aunque cuando se realizan ocupan red como una llamada normal y más de una compañía ha estudiado la posibilidad de cobrarlas. Sería ilegal, pero un negocio redondo: se realizan más llamadas perdidas que SMS.

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- Robo de datos por SMS. El hardware de los móviles es prácticamente invulnerable por lo que es imposible descargar datos (agenda, pin, etcétera) o causarle daños. Ahora bien, los sistemas operativos que utilizan los móviles, como los de los PC, sí pueden ser atacados por virus. Por ejemplo, a Symbian, un sistema operativo diseñado para la telefonía móvil, puede atacarlo un virus que se transmite vía bluetooth o SMS y que, una vez que el usuario descarga el programa y lo ejecuta, el virus crea un mensaje multimedia (MMS) que se transmite a todos los contactos del teléfono agotando el saldo.

- Accidentes aéreos y en gasolineras. En ambos casos, las normas de seguridad han creado un alarmismo lejano al peligro real. Los móviles encendidos no han provocado ninguna catástrofe aérea que se sepa, aunque sí pequeñas interferencias de radio, al emitir la señal para conectarse con la estación base más cercana. Casi todos los aviones disponen de sistemas de apantallamiento para aparatos electrónicos. Sobre gasolineras, no hay ningún incidente documentado en que el móvil causara incendio o explosión. Hay mucho más peligro de que salte una chispa por llevar zapatos con suela metálica que por encender el móvil, y nadie ha prohibido el claqué en las estaciones de servicio.

- Cuestión de baterías. No, no explotan. Se han dado algunos casos, pero no eran originales, sino más baratas y fabricadas en China o Vietnam, y sometidas a condiciones extremas de temperatura. Ningún fabricante reconoce ningún caso de explosión en sus baterías homologadas, pese a las advertencias de que contienen al respecto todos los manuales de instrucciones. Otro mito es que duran más si se descargan del todo. Todo lo contrario, salvo con modelos muy antiguos. Y es que las primeras baterías (hechas con níquel-cadmio) tenían lo que se denomina el efecto memoria, es decir, acumulaban un residuo si no se efectuaba la carga desde cero que podía llegar a estropearlas. Con las baterías actuales de litio ocurre lo contrario: es preferible no dejarlas descargar hasta el final.

En lo que no hay unanimidad es en su duración. Unas firmas dicen que soportan entre 150 y 500 (entre un año y dos años y medio) ciclos de carga y otras hablan de 1.000 ciclos (unos tres años y medio).

- El coltán maldito. Lamentablemente no es ninguna leyenda. El coltán es una aleación metálica, de la que se extrae el tántalo, muy resistente a la temperatura, para los componentes electrónicos del móvil. Sus reservas están en un 80% en Congo, y también en países como Brasil o Tailandia. Muy escaso y valioso, ha provocado guerras y miles de muertos, y devastación de selvas con la desaparición de especies como los orangutanes. Fabricantes como Motorola o Nokia exigen ahora certificados a sus proveedores de que procede de extracciones legales.

- Arritmias, impotencias, cáncer. La Organización Mundial de la Salud ha certificado que la emisión de frecuencias de un terminal no tiene riesgo para la salud. Llevar el móvil en el bolsillo del pantalón no produce impotencia, ni hacerlo en la camisa, arritmias cardiacas (tampoco en los marcapasos). Sobre las radiaciones de las grandes antenas, tampoco se ha probado nunca ningún caso de cáncer, ni existe ninguna sentencia judicial que relacione la presencia de una estación base con casos de cáncer.

- SMS de bienvenida, llamadas ocultas y 'spam'. Los SMS de bienvenida que nos dan las operadoras cuando viajamos al extranjero son siempre gratuitos. Y no nos pueden timar si respondemos a llamadas de número oculto o leemos SMS masivos (spam). Pero si seguimos las instrucciones de esos spam, sí hay peligro de avería... en la factura del teléfono.

- Electrodomésticos y tarjetas de crédito. El móvil no provoca averías en los electrodomésticos, pero no es aconsejable escuchar la radio o ver la tele con un terminal al lado. Los móviles tampoco inhabilitan las tarjetas de crédito, pero pueden afectar a las de banda magnética, más antiguas. Y, en ningún caso, a las de chip.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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