Un acusado de atraco y de herir a cuatro policías se ahorca en prisión

Uno de los dos atracadores que el pasado 4 de junio asaltaron una sucursal bancaria en Motril (Granada), Jerónimo A. A., de 65 años, fue encontrado muerto en su celda de la cárcel granadina de Albolote en la madrugada del viernes. Así puso fin, supuestamente, a una trayectoria criminal que le había convertido en un peligroso delincuente.

El último vigilante de la prisión que lo vio con vida pasó frente a su celda en torno a las cuatro de la madrugada. Se encontraba tumbado sobre la cama y parecía dormido. Probablemente, nada más marcharse el vigilante, el reo colocó un cinturón en un barrote y lo apretó sobre su cuello. No gritó, no levantó sospecha alguna. Fue en el siguiente turno cuando se encontró su cuerpo sin vida.

Jerónimo A. llevaba en el centro penitenciario desde el 8 de junio de este mismo año. Nada más llegar fue internado en un módulo reservado para los presos más peligrosos, en el que se encuentran 90 reos. Este internamiento especial ha propiciado que el preso pasase más de dos meses solo, durante lo cuales no recibió la visita de ningún familiar ni amigo. Pese a ello, el equipo de psicólogos de la prisión no había notado ningún comportamiento extraño.

Su último delito lo cometió a principios de verano en compañía de José Manuel E. P. Los dos entraron armados en un banco de Motril y se hicieron con un buen botín. Pero se toparon con un coche de la Policía Nacional, que paró frente a la sucursal coincidiendo con la salida de los atracadores. Acostumbrado a emplear armas, Jerónimo no lo dudó y disparó en el cuello a un agente. Tras un rápido tiroteo, el atracador dejó tras de sí seis heridos: cuatro policías, un viandante y un niño al que disparó en un muslo. Su compañero de atraco, se refugió en una casa y retuvo a sus propietarios hasta que consiguió escapar disfrazado.