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Reportaje:EL RINCÓN DE IÑAKI ÁBALOS

Hacer el vago en Canarias

Francesco Manetto

Proyecta casas, bibliotecas y museos, pero se enamoró de un jardín. Para Iñaki Ábalos (San Sebastián, 1956), fundador del estudio Ábalos & Herreros, "un rincón es un sitio en el que te proyectas, un lugar que tiene una relación íntima con tu subjetividad y con los materiales y las formas en el espacio; un sitio que normalmente es un conjunto extraño de geometrías y se convierte en un objeto de afecto". Un amor que este arquitecto encontró hace unos años en el jardín de su casa del valle de Aridane, en La Palma.

"Me interesé enseguida por su posición en el entorno, más por el exterior que por el interior. Se encuentra a 400 metros de altura y está rodeada de un espacio protegido de piedras volcánicas, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. En dos palabras: es un sitio fantástico", comenta Ábalos, que intenta escaparse cada vez que sus compromisos profesionales se lo permiten. "¿Qué hago? Allí tengo mi particular biblioteca canaria, donde suelo leer cosas que me gustan y me hacen gracia, por ejemplo, libros sobre volcanes, acerca de los guanches y cosas que no tienen nada que ver con mis intereses profesionales. Leo y estudio. Vamos, básicamente, hago el vago, lo que cualquier persona en el clásico chiringuito o en una terraza: tomar una copa, un café... Además, el sitio es muy silencioso y me proporciona una capacidad de concentración que no encuentro en otros lugares. Intento no caer en la tentación de trabajar nunca".

Lo único que hizo Ábalos para acondicionar este pequeño edén particular fue "plantar unos pocos algarrobos, unos falsos pimenteros...". ¿Y la casa? "Es una construcción canaria tradicional. Mientras que los arquitectos tenemos que lidiar con millones de normativas, estas casas, que no tienen aislamiento, ni dobles hojas, logran una adaptación absolutamente eficaz al clima canario. Nunca he tenido que encender la calefacción y nunca he pasado calor", explica. También porque la mayor parte del tiempo la pasa en su jardín: "Además", recuerda con ilusión, "está dividido en dos partes: un gran palco sobre el paisaje y un fragmento de una especie de desierto de lava".

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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