Las barbacoas del Trofeo Carranza reducen su poder de convocatoria a la tercera parte
El Ayuntamiento de Cádiz critica el "comportamiento incívico" de algunos asistentes
Las tradicionales barbacoas del Trofeo Carranza de Cádiz sólo lograron convocar en la madrugada de ayer a unas 55.000 personas, según la estimación realizada por el Ayuntamiento. Se trata de la cifra más baja de las registradas por esta fiesta desde que, a finales de la década de los 90, se convirtiera en un fenómeno de masas que logró incluso hacerse un sitio en el libro Guinness de los Récords. El pasado verano, las barbacoas congregaron en las playas gaditanas a alrededor de 175.000 personas.
En esta ocasión, la coincidencia de la concentración con un día laborable ha sido un factor determinante para explicar la baja participación, pero no ha sido el único. El cruce de opiniones entre administraciones y agentes sociales de Cádiz sobre los beneficios económicos y los perjuicios en materia de salud y de medioambiente originados por la fiesta, y las limitaciones impuestas por las administraciones, que este año han desaconsejado el uso de carbón vegetal como combustible sobre la arena, han podido también desanimar al público.
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez (PP), aseguró ayer que sólo el 40% de la costa gaditana quedó ocupada. La mayor concentración se registró en la zona central de la playa urbana de La Victoria. Sin embargo, las playas de La Caleta y Santa María, apenas congregaron público en la madrugada.
A pesar del número de asistentes, los módulos sanitarios abiertos por Cruz Roja durante atendieron a 70 personas, en su mayor parte afectados por la ingesta de alcohol, pequeñas quemaduras o cortes.
El Ayuntamiento destacó el "comportamiento incívico" de algunos asistentes, que volcaron contenedores instalados para depositar el carbón tras su uso. Martínez aseguró que las campañas de concienciación difundidas por el Ayuntamiento en los últimos días, que proponían medios alternativos al carbón, han reducido el impacto contaminante del combustible sobre la arena, aunque reconoció que "no se ha podido evitar que algunos lo hayan seguido empleando".
A las 6.30 la megafonía de la playa anunció el fin de la concentración y la entrada de las brigadas de mantenimiento, que lograron tener la costa limpia de residuos sólidos unas cinco horas más tarde. En esta ocasión se han recogido 45 toneladas de basura, un volumen muy alejado de las 140 toneladas del año pasado.
Durante la tarde, 200 operarios de limpieza volvieron a peinar la costa para y una flota de tractores pesados accedió a la playa ya de madruga para mover la arena con el fin de oxigenarla. El Ayuntamiento aseguró que a partir de hoy, las playas de Cádiz volverían a estar "en perfecto estado".
La alcaldesa de Cádiz volvió a arremeter ayer contra la Jefatura de Costas, dependiente del Gobierno central, a la que acusó de haber sometido al Ayuntamiento "a una campaña de acoso y derribo", como resultado de las reservas ambientales expresadas en las últimas semanas. El jefe de Costas, Federico Fernández, advirtió sobre el mal estado en que queda la zona litoral tras la concentración masiva de público y pidió al Ayuntamiento la adopción de medidas para minimizar los efectos. A pesar de la crítica política expresada por Martínez, responsables de ambas administraciones mantuvieron en la mañana de ayer un contacto telefónico "para felicitarse mutuamente" por el desarrollo de la concentración.
Ni la jefatura de Costas ni el Servicio Andaluz de Salud, encargado de comprobar el estado de las aguas litorales de la comunidad, se manifestaron ayer sobre el desarrollo de la fiesta.
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