Rojo y negro
Dos colores dominan el escenario bursátil en todo el mundo. El rojo, el tono que tiñó ayer los paneles de la Bolsas de todo el mundo. Y el negro, derivado del oscuro panorama en que viven los parqués la última semana, con pérdidas generalizadas que han arrastrado a la mayoría de los mercados a perder las ganancias acumuladas a lo largo del año.
La jornada arrancó con un desplome generalizado en los parqués asiáticos, al que se unieron desde primera hora los europeos. Las caídas de los índices del Viejo Continente se acentuaron cuando comenzaron a llegar las noticias de Estados Unidos. El Dow Jones abrió a la baja y eso desanimó todavía más a los inversores.
Un día tan aciago no se vivía en la Bolsa española desde el 15 de marzo de 2004 (el día siguiente a las últimas elecciones generales). El Ibex 35 perdió el nivel de los 14.000 puntos apenas media hora antes del cierre y ya no reunió fuerzas para volver a recuperarlo. El índice selectivo se dejó al cierre un 3,72% y acabó en los 13.979,7 puntos. El resto corrió una suerte paralela.
Ni uno solo de los valores del Ibex escapó a las pérdidas. Endesa y Altadis, con OPA sobre la mesa que garantizan un precio mínimo a los accionistas, sufrieron leves retrocesos. Si el campo del análisis se amplía a todo el mercado, sólo las acciones de seis empresas se revalorizaron a lo largo de la sesión.
Las pérdidas en toda Europa fueron importantes. Tanto que tras la jornada de ayer sólo Francfort acumula ganancias en lo que va de 2007. Y es que la Bolsa alemana tenía un colchón importante que le permite todavía conservar una revalorización del 10,2% desde enero, cinco puntos menos de los que había logrado antes de que arrancara la crisis de las hipotecas estadounidenses el pasado jueves.
El petróleo tampoco corrió mejor suerte. A lo largo de la jornada llegó a perder más de dos dólares y a pagarse en casi 69 dólares.
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