Un cuerpo a 100 metros de una identidad

El Ayachi bajó al arroyo para cambiar una manguera. Eran casi las diez y media de la mañana de ayer cuando el obrero, empleado para acondicionar Bosque Sur, dentro del término municipal de Leganés (182.471 habitantes), creyó ver algo extraño en una pequeña zanja. "Parecía un muñeco que estuviera tirado en el suelo", explicó horas más tarde el trabajador, de origen marroquí.

Cuando se encontraba a apenas unos metros, pudo comprobar que aquello que permanecía inmóvil en una zanja era un cuerpo. Estaba tumbado de lado, con la cabeza mirando hacia el suelo, con una pierna encogida y la otra estirada.

"Sólo llevaba unos calzoncillos", explicó El Ayachi. Al parecer se trataba de un hombre de aproximadamente 1,75 metros de altura, delgado y con el pelo "muy rubio, casi blanco". Parecía joven y no tenía ropa. Además, el cuerpo estaba amoratado.

"No sé cuánto tiempo podría llevar allí tirado, pero cuando lo encontré tenía muchas hormigas por encima", destacó el trabajador. Entendió enseguida que se trataba de una persona muerta, lo que le asustó mucho.

Llamó al 112. Apenas unos minutos más tarde llegó la policía y personal del servicio de emergencias. El cadáver no presentaba herida alguna ni de bala ni de arma blanca.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid indicó que el cuerpo sin vida fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde le será practicada la autopsia, previsiblemente hoy. Sin embargo, adelantaron que la causa de la muerte pudo ser un golpe en la cabeza. A simple vista, nada hacía pensar que el lugar pudiera dar las claves para la identificación de la persona hallada.

Pero la sorpresa llegaría apenas unas horas más tarde, pasadas las dos de la tarde, cuando una persona que paseaba por el entorno encontró ropas tiradas, así como un móvil y un pasaporte. Se encontraban a apenas 100 metros de la zanja en la que yacía la víctima, pero habían pasado inadvertidas para los agentes que acudieron al lugar del macabro hallazgo.

Allí se podía observar un pantalón negro tirado en el suelo y una camisa azul celeste a apenas un metro. En el medio, un móvil plateado y dos zapatos también de color negro. Justo al lado, un pasaporte de nacionalidad italiana, que pertenecía a un hombre de 22 años de nombre Cristian y nacido en Rosario (Argentina). La policía no comentó estos hallazgos y su posible relación con el cadáver, pero sí señalaron que el cuerpo corresponde a un hombre de entre 20 y 30 años.

Durante la tarde no se hizo pública ninguna hipótesis que explique la muerte del hombre encontrado. También queda por despejar la incógnita de si la muerte pudo producirse allí mismo o si el cuerpo fue trasladado sin vida hasta la zanja.

El lugar en el que fue encontrado el cadáver es parte del Bosque Sur, una gran zona verde que la Comunidad de Madrid está acondicionando y que tiene como objetivo unir las grandes ciudades del sur de la región. Pese a tratarse del término municipal de Leganés, la zona se encuentra a apenas 400 metros de Fuenlabrada (193.715 habitantes) y a unos 200 metros de las obras de construcción de un centro comercial. Cerca de allí atraviesan tanto la M-50 como la carretera que une las localidades de Leganés y Fuenlabrada.

"Nosotros trabajamos aquí de lunes a viernes", explicó Óscar Miravalles, jefe de la obra, que cada día tiene una decena de personas trabajando en el entorno. Fuera del horario laboral apenas si hay transeúntes, salvo algunas personas que salen a correr o a pasear con sus perros. Sea cual fuera la manera en la que el cuerpo llegó hasta allí, lo hizo durante el fin de semana, ya que todos los trabajadores habían abandonado el lugar de trabajo el viernes a las cuatro de la tarde.

"Si lo que se quería era esconder un cadáver, hay en la zona lugares mucho mejores para ello, y no en esta zanja, que es una zona bastante visible", insistió Miravalles. La zanja en la que se encontró el cuerpo sin vida está ubicada a unos 30 metros de un camino transitable y llevaba apenas 15 días allí. La habían hecho los propios operarios que trabajan en el parque con el objetivo de evacuar hacia el arroyo cercano el agua de lluvia que pudiera caer en la zona de trabajo.

El pasado día 21 de julio fue hallado otro cadáver en similares circunstancias en un pinar próximo al barrio de Perales del Río, en la localidad de Getafe (156.320 habitantes). En ese caso, la persona hallada, que tampoco llevaba documentación encima, presentaba un disparo en la cabeza, lo que hizo pensar a los encargados de la investigación que se encontraban ante un ajuste de cuentas entre grupos ligados a la delincuencia.