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Reportaje:Semana Grande

De Urgull al Ayuntamiento

Cientos de personas participan en el inicio de la Semana Grande, mientras el artillero mayor recuerda el origen del cañonazo

Sonó un estruendo seco y, de repente, se montó el jolgorio. Hasta ese momento, la multitud congregada en los jardines de Alberdi Eder saboreaba plácidamente los helados a la espera del estreno festivo. Pero a las 19.00, en cuanto se oyó el zambombazo, se formó el bullicio y las fanfarrias se arrancaron al ritmo de los valses, como es ya una costumbre durante los últimos años. Con el cañonazo y la música se dieron así por inauguradas las fiestas donostiarras de este verano.

Pero, ¿desde cuándo arranca la Semana Grande con el cañonazo? En realidad, es un invento moderno -se dispara desde hace 14 años-, aunque ligado a la historia de San Sebastián. En 1991, la Cofradía Vasca de Gastronomía, conocida como la Sociedad Gastronómica, organizó la primera edición del Gaztelu Eguna. Era una fiesta con la que, hasta hace unos años, rememoraba cada 8 de septiembre en el castillo del monte Urgull la batalla entre las tropas francesas, que tenían en su poder la ciudad, y las angloportuguesas, que supuestamente acudieron a liberar a los donostiarras y terminaron quemando la Parte Vieja.

Un grupo de ciudadanos particulares puso el foco en esta conmemoración y pensó que un cañonazo sería un buen comienzo para la Semana Grande. Una semana que nació allá por 1879 al calor de las corridas de toros y de los turistas que acompañaban en su veraneo a la Corte real y que carecía de un arranque simbólico.

Así que esos ciudadanos propusieron la idea al Centro de Atracción y Turismo y éste se puso en contacto con la Gastronómica, que aceptó de buen grado protagonizar este estruendoso inicio. De manera que, desde 1993, el presidente de la sociedad, Luis Mocoroa, se convierte cada agosto en artillero mayor. Y, arropado por un batallón de medio centenar de ingleses y franceses -"vamos todos juntos; ya nos hemos hecho amigos", bromea"-, da el pistoletazo, bueno, el cañonazo de salida a las fiestas estivales desde un castillete de cartón piedra instalado en la terraza del Ayuntamiento.

La ruidosa pólvora llega precedida por el Artillero dale fuego. ¿Y de dónde sale esta canción? Mocoroa nos refresca también la memoria en este punto. "Es una canción popular que recuperó hace tiempo el cantante Urko y que nos pareció la más adecuada para el cañonazo", explica.

Según han ido pasando estos 14 años "acude mucha más gente y hay más ambiente en el cañonazo", asegura el presidente de la Gastronómica, quien desde la terraza del consistorio contempla el Boulevard y Alderdi Eder "abarrotados". Aún así, no se engaña. Y ante el eterno debate sobre que las fiestas de las ciudades vecinas -Pamplona, Bilbao y Vitoria- son más animadas y vividas por la población local, lo tiene claro. "Si hay que comparar, hay que hacerlo con la fiesta dedicada al patrón San Sebastián [20 de enero], que tiene una significación totalmente diferente para nosotros", subraya.

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