320.00 ciudadanos beben agua desalada que un portavoz del PP dice que "no quiere ni regalada"
El PP arrecia en su crítica al Gobierno socialista por la falta de recursos hídricos. La enésima polémica surge a costa de la calidad del agua desalada, principal apuesta del ejecutivo central para paliar las carencias de la Comunidad Valencia. Este tipo de agua abastece ya a 320.00 ciudadanos en Alicante. David Serra, portavoz de PP valenciano, responde así al dato: "No queremos agua desalada ni regalada".
La declaración del dirigente del PP se produce tras la visita, el pasado jueves, de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a las obras de la desaladora de Torrevieja. Ese mismo día, Narbona lideró a pie de playa la campaña del Gobierno para promocionar el agua desalada.
Según datos facilitados por el responsable de comunicación de Acuamed, el 40% de la población de la capital de Alicante (es decir unos 130.000 vecinos) consumen ya agua desalada de la planta de Agua Amarga, al sur de la ciudad. Esta instalación y la conexión con la planta de San Pedro de Pinatar, también abastece, a través de la Mancomunidad de Canales de Taibilla, al 70% de las poblaciones de Santa Pola, Torrevieja y Guardamar del Segura (unas 150.000 personas). La lista de ciudadanos que consumen agua potable desalada se completa con el 40% de la población de Xàbia, 20.000 vecinos.
El rechazo de Serra al agua desalada obvia, por ejemplo, que la planta de Agua Amarga fue inaugurada con la presencia de altos cargos del PP, que el presidente de Murcia, también del PP, brindó con agua desalada con motivo de la inauguración de la planta de San Pedro del Pinatar, y que muy cerca de su población de origen (Benissa) otra ciudad, en ese caso, Xàbia, se abastece mediante una desaladora.
El abastecimiento humano con agua desalada tiene una importancia capital en Estados Unidos o en países como los Emiratos Árabes y Arabia Saudí, en el plano internacional, y en el ámbito nacional, desde 1970 se viene utilizando en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.
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