La guerra del 'y tú más'

En sólo tres semanas, un catalán con tanta mala suerte que le hubieran tocado todas las desgracias del verano en su comunidad autónoma estaría echando humo por las orejas. Porque habría tenido que soportar un apagón el 23 de julio (350.000 clientes de Barcelona y el Baix Llobregat se quedaron sin suministro), parones ferroviarios (uno de ellos, el 8 de agosto, amargó la vida a 33.100 pasajeros) y un atasco de hasta 75 kilómetros en la autopista AP-7. Y de remate, el aeropuerto de El Prat también se ha visto saturado este mes. Lo dicho. El catalán de a pie está negro.

Los políticos lo saben y lo están aprovechando. A la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, le han dicho de todo en estas semanas. Por ejemplo: "En casa de los sociatas no dimite nadie pase lo que pase y aunque se hunda el país", dijo ayer Artur Mas, presidente de Convergència i Unió (CiU). "Los transportes han caducado", señaló el portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Parlamento catalán, Joan Ridao, que exigió la dimisión de la ministra. También lo ha pedido el PP. Ángel Acebes, secretario general del partido, consideró "una tomadura de pelo" la actuación de Álvarez. "Estamos hartos de la prepotencia del Ministerio de Fomento", afirmó Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso.

Ruiz-Gallardón acusa al tripartito de olvidar las infraestructuras por centrarse en el Estatut

Todas estas críticas han provocado eso tan común entre la clase política, el y tú más. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, afirmó la pasada semana que el PP "tiene mucha caradura" por pedir la dimisión de la ministra, ya que a su juicio fueron los gobiernos de Aznar los culpables de la falta de inversiones. Algo que también señaló el homólogo de Blanco en el PSC, José Zaragoza, que extendió la crítica a los Ejecutivos de CiU. El presidente catalán, José Montilla, defendió a Fomento "porque los problemas no vienen de ayer". Sin embargo, Montilla también dijo que Fomento "tendría que haber actuado antes".

El blanco de las críticas, Magdalena Álvarez, tendrá la oportunidad de defenderse mañana, cuando comparezca en la comisión de Fomento y Vivienda del Congreso de los Diputados. Previsiblemente desplegará una batería de cifras favorables. La ministra exhibirá un presupuesto en lo que va de legislatura de 7.850 millones de euros sólo para las infraestructuras, 910 millones más que en toda la última etapa del PP en el Gobierno. Eso significa que, anualmente y según Fomento, el PSOE ha destinado 2.539 millones de euros mientras que el PP sólo dio 1.684 millones. En el año 2007, dirá Álvarez, Cataluña es la comunidad con más dinero presupuestado para infraestructuras. Sin embargo, Joaquim Nadal, conseller de Obras Públicas catalán, opinó ayer que Fomento tendría que haber actuado antes para resolver la crisis catalana. Lo mismo que ya había dicho Montilla el sábado.

Álvarez sacará pecho con más datos. 1.370 millones de euros gastados en el corredor ferroviario Tarragona-Sants, "casi el doble que el PP en ocho años"; 196 trenes de Cercanías frente a 154 en 2004; 1.692 millones de euros invertidos en El Prat en esta legislatura, 800 más que en la anterior; y 3.800 millones presupuestados para carreteras, según lo acordado a finales de 2005. El resumen es que Fomento lleva gastados 5.104 millones de euros en Cataluña en lo que va de legislatura, la mayor inversión de entre todas las autonomías.

Es ahí donde choca el debate. No es lo mismo el dinero presupuestado que el gastado, argumentan desde Cataluña. Nadal expresó ayer que la Generalitat "no se queja por quejarse, pero plantea con total rotundidad que lo que pasa en Cataluña es consecuencia de años de falta de inversión". Según el consejero de Obras Públicas, "aquí pasan más cosas que en otras partes de España porque durante más tiempo se ha estado invirtiendo menos. Es hora de compensar el déficit".

Un informe del Departamento de Política Territorial de la Generalitat catalana sostiene que la media de incumplimiento de los presupuestos en lo que a Cataluña se refiere es del 13,16%. Entre 1997 y 2005 se presupuestaron y no invirtieron obras por valor de 2.964 millones de euros.

Según la Cámara de Comercio de Barcelona, la media de cumplimiento de inversiones sobre el presupuesto entre 2001 y 2005 fue del 73,3%. El año 2003, con el PP en el poder, fue el de mayor incumplimiento, ya que sólo se gastó un 69,8% de lo planeado. Pero también con el PP se vivió el mejor año, cuando se alcanzó un 76,7%, informa Francesc Arroyo. Según la Cámara catalana, Madrid está por delante de Cataluña en cuanto a inversiones del Estado. En los últimos 10 años, dicen, Cataluña arroja un "déficit inversor" que asciende a 8.000 millones de euros. A pesar de ello, un análisis realizado por la Generalitat a partir de datos de Fomento reconoce que, teniendo en cuenta sólo 2006, la inversión más potente se produjo en Cataluña y Andalucía, con un 17,4% en cada caso. Ese año, Madrid sumó sólo el 5,3%.

Precisamente desde Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de la ciudad, aprovechó la semana pasada los problemas vividos en Cataluña para acusar al tripartito catalán de haberse centrado mucho en el debate estatutario y haber olvidado las infraestructuras. Sus declaraciones provocaron las inmediatas reacciones de los tres socios del tripartito. José Zaragoza, secretario de Organización del PSC, ironizó: "Le cambio lo que nos hemos gastado en el Estatut económicamente por lo que se ha gastado él en endeudar al Ayuntamiento de Madrid". Se refería al soterramiento de la M-30, que el consistorio madrileño tendrá que pagar hasta el año 2042. Son 5.700 millones de euros, intereses incluidos. Una inversión para la que el Estado no ha aportado ni un euro, igual que ha sucedido con las ampliaciones del Metro en la Comunidad de Madrid. En ese caso ha sido el Gobierno regional el que ha asumido por completo los 4.242,78 millones de euros gastados para convertirlo en "la tercera red más grande del mundo".

En cuanto a las carreteras madrileñas, el portavoz socialista de Infraestructuras en la Asamblea de Madrid, José Quintana, defendió al Gobierno central ante las críticas del consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, respecto a la falta de esfuerzo inversor estatal. Quintana señaló que los presupuestos de Zapatero superan en casi un 25% los realizados por el PP.