León y Castilla

Quisiera hacer algunas precisiones al artículo de Julio Llamazares del 2 de agosto. Con mucha razón dice que si uno es castellano no puede ser leonés y que si es leonés no puede ser castellano. Porque cada uno tenemos la debilidad de nacer en un solo sitio, más que nada por "acompañar a nuestra madre", que diría Bernard Shaw. Pero no tendría razón si dijera que por nacer en Madrid uno no puede ser español, ni europeo.

Los leoneses y los castellanos pueden pertenecer conjuntamente a una comunidad, más o menos autónoma, que comprenda a ambos. Es cierto que el nombre que hoy tenemos es algo lamentable: que si un guión, que si la conjunción "y", que si León primero y luego Castilla, que si al revés...

Es cierto, por otro lado, que no se nos consultó en su momento, ni después. Es cierto que el que pudo, en el ámbito de España, se desgajó y lo que quedó fue la Comunidad de Restos, que nos fue adjudicada por tontos. Pero todo ello es agua pasada y creo que si no estamos contentos con nuestra comunidad, no es en general por éste o aquél nombre ("de nominibus non est curandum"), sino por muchas cosas más lamentables. No enumeraré aquí los desastres porque tampoco es justo, al hacer juicios, no mencionar lo positivo y favorable.

Lo que sí quisiera preguntar a Llamazares es por quiénes van a ser gobernados los leoneses, tras la consulta que propugna. ¿Por buenos políticos? ¿Por políticos mediocres, pero eso sí, leoneses?

A mí me daría igual que me gobernasen los maoríes de Nueva Zelanda si ejerciesen un poder justo, razonable, desinteresado; si diesen unas normas solidarias que conviniesen al bien común, porque sabemos que al hacer normas, unas interesan más a unos y otras a otros, pero que cuando son por el bien común acaban interesando a todos.

Sí le pediría a Llamazares que si ha pensado y tiene en mente unos cuantos buenos políticos leoneses, nos lo diga, porque si son buenos, los castellanos también los querremos tener, seguros de que esa "bondad política" no les permitirá cometer injusticia con este resto de españoles que no somos casi nada, y ni siquiera leoneses.