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Reportaje:Fiestas de La Blanca

Hay vida más allá de los 'blusas'

Centenares de jóvenes se reúnen en Vitoria para prácticar 'skate', 'rap' o 'graffiti'

¿Existe vida en La Blanca más allá de las cuadrillas de blusas y la calle Dato? Afortunadamente, para muchos jóvenes que también son de Vitoria de toda la Vida (VTV), sí. El arquetipo del VTV encarnado en forma de blusa entre el 5 y el 9 de agosto compite desde hace tiempo con otras referencias. Y para descubrirlo no hace falta más que darse una vuelta por las pistas deportivas de la calle Los Herrán, donde entre el 5 y el 6 de agosto se celebran los Vitoria Urban Games, que reúnen a apasionados por el skate, las bmx, el grafitti o el hip-hop, el manga o el basket.

Sí, la convocatoria también se vive en el corazón de la capital alavesa. Allí, junto a la estacion de autobuses, cientos de adolescentes y jóvenes disfrutan de las expresiones de una cultura urbana que es más cercana que otras que se tienen por autóctonas. Ahí están pintando los muros de unas dependencias del Ayuntamiento, armados de sprays, los componentes del grupo Extralargos de Vitoria.

Para el ajeno a estas prácticas artísticas, sólo cabe el asombro ante la maestría con la que manejan chicos y chicas en bermudas y camiseta los aerosoles. Los herederos de quienes ilustraron las cavernas o pintaron grandes frescos en templos y palacios, antes denostados, parece que han conseguido que se respeten sus creaciones.

Muy cerca, unos chavales se afanan en iniciarse en esta práctica del graffiti sobre un coche carne de chatarra que el domingo sirvió como soporte para las cabriolas de las BMX. Las BMX, para el no iniciado, son esas bicicletas sin asiento, con las que se realizan todo tipo de habilidades por cualquier superficie. Junto a ellos los skaters, con sus ejercicios sobre el monopatín. Y todos ellos, vestidos a la moda: bermudas, grandes zapatillas deportivas, camisetas y sudaderas y que no falte la gorra con visera.

Lo cierto es que para quien peina canas, la tribu que se reúne en Los Herran no deja de ser pintoresca. No es fácil entender lo que se dicen unos a otros, los saludos son más físicos que verbales, y los códigos de conducta se convierten en un misterio. Pero todo es acostumbrarse, que tampoco uno se hace blusa de la noche a la mañana: el hígado necesita su entrenamiento. Así que para entrar en esta cultura urbana, se puede empezar con el deporte: básket y fútbol 3x3, cercanos al baloncesto y el balompié tradicionales, para terminar en uno de los talleres de dj's, rap o break dance. Ahí

La convocatoria no tiene nada de extravagante. En estos dos días, más de 6.000 personas se han acercado por este recinto y supera el millar y medio quienes han participado en los distintos talleres. El domingo, el concierto de Código Norte, prometedor grupo de hip-hop local, contó con la asistencia de un millar de personas. Y ayer, Garagardo gura, grupo instrumental de ska y reggae, prometía una entrada similar. Comprobado: existe vida más allá de los blusas.

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