Transporte de bajos vuelos a L'Altet

"Creo que simplemente se necesitan más autobuses". Lorenzo, un joven de Ohio (EE UU) que estudia en Madrid este año, se impacientaba a media mañana del viernes en la parada de la plaza del Mar en la que esperaba al autobús que le llevaría al aeropuerto de L'Altet. Faltaba una hora y cuarenta minutos para que él y Samantha, su compañera de viaje, tomaran el próximo vuelo de sus vacaciones por Europa cuando llegó el autobús, pero antes debían pasar 40 minutos de viaje hasta el recinto aeroportuario. "Me temía esto", añadió Lorenzo, que ya voló el pasado mes de junio a Alicante y tuvo que esperar 40 minutos al autobús en la parada del aeropuerto. "Había tanta gente que no se podían sentar todos", resumía.

El aeropuerto de Alicante contará con un apeadero del tren de alta velocidad

"Aquí no dice a qué hora va a llegar o va a salir, sólo sabes que tienes que esperar"

El aeropuerto de L'Altet, situado a nueve kilómetros de la capital alicantina, es el principal recinto aeroportuario de la Comunidad Valenciana y el sexto de España (tras Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga y Gran Canaria). El año pasado, casi nueve millones de pasajeros pasaron por sus instalaciones, mientras que Manises, el otro aeropuerto valenciano, sumó algo menos de cinco millones de viajeros. Pero mientras el recinto de Manises cuenta con dos servicios de autobús desde Valencia, uno de ellos reciente que une la ciudad directamente con el aeropuerto cada 20 minutos, y está conectado con metro desde el pasado mes de abril, su hermano mayor alicantino se conforma con una línea (C-6) como única alternativa al vehículo privado desde la ciudad de Alicante.

La línea C6, que el año pasado transportó a 300.000 pasajeros, comenzó a pasar por el aeropuerto de L'Altet cuando éste se inauguró, en el año 1967, según fuentes de Subús, la empresa concesionaria del servicio. Antes era la línea que conectaba la ciudad con Torrellano, una pedanía de Elche situada un kilómetro más lejos de la capital alicantina que el aeropuerto. La línea, de hecho, pasa primero por esta pedanía antes de retroceder hacia L'Altet, excepto cuatro veces al día (a primera hora, a media mañana, a mediodía y por la noche) cuando pasa primero en el recinto aeroportuario. Los horarios, además, se mantienen durante todo el año pese a que el número de vuelos puede saltar desde los 4.755 registrados en febrero a los 7.644 de junio, según datos facilitados por AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea). Sólo ayer, L'Altet esperaba operar 301 vuelos. Pese a ello, AENA no tiene constancia de quejas por el transporte público.

"Lo ideal sería que hubiese un servicio directo al aeropuerto y no pasar por Torrellano", defiende la concejal socialista del Ayuntamiento de Alicante María José Adsuar, responsable del área de turismo, playas y fiestas. Adsuar lamenta que el autobús sea antiguo (en algún caso no tiene espacio para colocar las maletas) y cree que en verano se debería dar un servicio "distinto o ampliarlo". Y aunque admite que el servicio "ha mejorado" ya que antes no tenía parada en la céntrica plaza del Mar (próxima al Ayuntamiento de Alicante, a la Explanada y al tranvía) ni estaba señalizada, critica, por ejemplo, que el autobús no tenga parada en la estación de trenes de la ciudad. La concejal también considera que la señalización en la parada del aeropuerto "no está clara" para los extranjeros. "Pero el turista no vota", añade.

Con esta opinión coincide Abdellatif Bchisi, un joven marroquí residente en Noruega que el viernes a mediodía voló por primera vez a Alicante para visitar a su hermano, y que lamenta la escasa información que se ofrece en la parada del autobús. "Aquí no dice a qué hora va a llegar o va a salir, sólo sabes que tienes que esperar". El joven comenta también que ocurre algo similar en el aeropuerto de Málaga. "En España la situación es buena y hay que pensar más en el transporte", resume.

Los primeros vuelos llegan a L'Altet a las 6.30 y los últimos salen generalmente a las 00.45, aunque hay excepciones y el aeropuerto está abierto 24 horas. Por la mañana, el primer autobús llega al recinto a las 6.55 y el último de la noche lo hace a las 23.10. Una situación relativamente común, por otro lado, en muchos recintos, según un informe elaborado en marzo pasado por la revista Consumer, del grupo Eroski. El informe asegura que en el 56% de los aeropuertos analizados los horarios de autobuses no coinciden con el primer y último avión. También explica que en la mayoría, el autobús es "la única opción".

El futuro del aeródromo alicantino de L'Altet es más optimista. El aeropuerto está ampliando sus instalaciones para duplicar su capacidad operativa y entre las infraestructuras contará con un apeadero para el futuro tren de alta velocidad que llegará a Alicante. Y a mediados de julio, el flamante nuevo consejero de Infraestructuras y Transporte de la Generalitat, Mario Flores (hasta ese mes presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante) anunció que el tranvía comunicará el centro de la capital con el aeropuerto. Pero eso será dentro de un tiempo, el futuro inmediato pasa cada 40 minutos.