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Plan para reducir ruidos y horarios en la zona de copas de A Coruña

El corazón de la movida nocturna de A Coruña, la zona del Orzán donde se concentran más de 150 bares y pubs en 22 calles de escasa dimensión, será sometido a un intenso control de horarios y ruidos tras ser declarada ayer Zona Acústicamente Saturada (ZAS). El gobierno municipal bipartito (PSOE-BNG) se ha decidido, tres años después de anunciarlo, a actuar contra la fuerte contaminación acústica en las zonas de ocio que provoca miles de quejas vecinales.

El Orzán será la primera área con esta declaración que impedirá la apertura de nuevos locales de copas en este barrio y someterá a los existentes a un cumplimiento estricto de los horarios y control de los decibelios que emiten. "Habrá otras" zonas que se someterán a estas restricciones, advirtió el alcalde, el socialista Javier Losada. Pero de momento, no hay nada anunciado para la media docena de plazas y espacios públicos en los que proliferan los botellones, algunos muy cercanos a esa zona ahora acotada. Los 15.000 habitantes del Orzán lleva más de una década luchando contra el atronador jolgorio que padecen cada fin de semana. Y en un momento en el que se suceden las sentencias judiciales en toda España obligando a los ayuntamientos a declarar como ZAS determinadas zonas de ocio, el ayuntamiento coruñés se ha decidido a estrenar esta figura. Las autoridades municipales de Vigo también acaban de reformar su ordenanza local sobre ruidos.

Controles de medición

El tráfico rodado es el que genera el mayor foco de ruido en A Coruña. La avenida Alfonso Molina, la arteria principal de entrada a la ciudad, emite en continuo una media de 85 decibelios, muy por encima del límite fijado en 55. En la zona del Orzán, el medidor instalado por el ayuntamiento registra una media de 75 a 80 decibelios en la calle principal, repleta de bares y pubs. La declaración de zona acústicamente saturada obliga a reforzar los controles de medición en cada establecimiento e incluso se incentivará a los hosteleros, con subvenciones y reducciones fiscales, a rebajar la categoría de sus locales para reducir los horarios.

Habrá también ayudas para mejorar la insonorización y aislamiento acústico, tanto de los bares como de los edificios residenciales. El gobierno municipal aprobó además un plan preventivo para evitar que la elevada concentración de establecimientos con música que caracteriza el Orzán se traslade a otros puntos de la ciudad.

Los vecinos de uno de los barrios más recientes, Matogrande, a la entrada de A Coruña, se han movilizado para reclamar también la declaración de zona saturada por la proliferación, aún mucho menor que la del Orzán, de bares y locales de música. Hace ya tres años que el ayuntamiento había anunciado un plan de gestión integral de ruidos que, hasta el momento, no se había aplicado.

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