"Una bandera no basta para pedir la soberanía"
John Farrell, director de la Comisión de Investigación Ártica de Estados Unidos, cree que la acción rusa bajo el Polo Norte es sólo una acción publicitaria.
Pregunta. ¿Qué hace Moscú?
Respuesta. La implicación legal de poner bandera es conocida, y no significa que se pueda reclamar la soberanía sobre una zona. Para ello hay un proceso administrado por la ONU que permite llevar el límite de la soberanía hasta las 200 millas marinas si es una extensión de la placa continental. Rusia ya lo pidió en 2001, pero no aportó datos suficientes. Los rusos parecen estar recopilando ahora nuevos datos.
P. ¿Qué motivos tienen?
R. Hay una verdadera carrera por la soberanía de estas áreas. Si la ONU aceptara que ese territorio pertenece a Rusia, entonces Moscú tendría el derecho de acceder a los recursos que hay en el subsuelo: gas natural, petróleo y minerales. Con el deshielo que está provocando el cambio climático, habrá un mayor acceso a la zona. La retirada del hielo incrementa además las posibilidades para el tráfico marino. Si se pueden abrir nuevas rutas marinas a través del Ártico se conseguirán importantes ahorros. Algunos científicos predicen que será una zona libre de hielo en verano entre 2040 y 2050.
P. ¿Qué significa que EE UU no sea signatario del Tratado de la ONU que regula estos casos?
R. Todos los países colindantes con el Ártico son firmantes, salvo EE UU. Eso nos impide sentarnos en la comisión que trata estas reclamaciones de soberanía, y no podemos opinar sobre peticiones como la rusa. Desde la Administración norteamericana hemos seguido las reglas del derecho del mar. Por eso nuestra organización -al igual que el propio presidente, George Bush- está a favor de que se ratifique. Pero hay senadores preocupados con la cesión de soberanía.
