San Gil: "Vuelvo con muchísima fuerza"

Si el impacto macabro del asesinato en su presencia del edil del PP Gregorio Ordóñez, hace doce años, o la constante amenaza terrorista de ETA no han logrado doblegar su ánimo hasta ahora, tampoco el cáncer ha sido capaz de ablandar su coraje y fortaleza vital. María San Gil (San Sebastián, 1965) regresó ayer a la actividad pública con bríos renovados. "Vuelvo con muchísima fuerza, con más fuerza que nunca" y tras una "curación completa", afirmó.

Tres meses y medio después de anunciar una retirada temporal de la escena política, aquejada de un carcinoma en un pecho, la presidenta de los populares vascos reapareció en San Sebastián con el mismo vigor y energía que la habían caracterizado. Han sido casi cuatro meses "muy difíciles" de lucha contra la enfermedad, pero ahora reconoce sentirse "emocionada, reforzada y con muchas ganas".

Orgullosa de su partido -"aquí nadie es imprescindible", afirmó-, agradeció las múltiples muestras de "cariño" que ha recibido desde toda España y de todo el arco parlamentario vasco -salvo de la izquierda abertzale-, como el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y los líderes del PNV, Josu Jon Imaz, y del PSE, Patxi López.

San Gil vuelve a la arena política con el mismo ímpetu de siempre. Afirmó que "la ofensiva nacionalista, con ETA a la vanguardia, nunca ha estado tan alentada, apoyada y sustentada por el Gobierno de Zapatero". Acompañada por sus compañeros de filas Carmelo Barrio y Leopoldo Barreda, lamentó el protagonismo político que "ha recuperado ETA-Batasuna durante lo que algunos denominan proceso de paz" y que ella calificó como "proceso de alianzas". Cargó las tintas contra el PSOE por "negociar" con ETA y permitir su entrada en los ayuntamientos del País Vasco "disfrazada de ANV". También manifestó que si los socialistas alcanzan un acuerdo de gobierno en Navarra con Nafarroa Bai, supondrá "la confirmación de que el Gobierno de Zapatero favorece las reivindicaciones de ETA".