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Reportaje:

Jugar con ventaja

Los futbolistas extranjeros les salen más baratos a los clubes españoles que a sus rivales europeos al pagar menos impuestos

Jordi Quixano

No hace mucho tiempo, un señor lampiño, de sonrisa pícara y amplias espaldas, entró en el despacho del ministro del Tesoro de Italia con unas carpetas repletas de folios. Un tanto enojado, presentó diversas pruebas del agravio comparativo que sufre su empresa y las de sus colegas profesionales respecto a otras de Europa. Era Adriano Galliani, vicepresidente y director administrativo del Milan, y sus airadas protestas se basaban en que, por motivos fiscales y sociales, a los clubes italianos les salen más caros los futbolistas extranjeros que a los de otros países. Sobre todo, que a los españoles. El deseo del Milan era fichar a Ronaldinho, que en el Barcelona cobra al año unos ocho millones de euros netos. Pero su dirección deportiva se dio cuenta de que, si el club catalán afronta con él un costo total de algo más de 10,5 millones, ellos deberían abonar 14,5. O, lo que es lo mismo, cuatro más.

La ficha anual de Ronaldinho le saldría al Milan cuatro millones más cara que al Barcelona
En España, el tipo máximo de los foráneos en el IRPF es del 24% durante los primeros cinco años

"En Italia, la empresa debe pagar casi el doble de lo que recibe el empleado", confirma Angelo Cascella, del grupo Pasqualin, que representa, entre otros, a los jugadores Gattuso (Milan), Dala Bona (Nápoles) y Toldo (Inter), "pero la tasación es un problema falso. Si un club italiano quiere comprar, compra. Y si quiere ahorrar, puede hacerlo. La clave está en no tener una plantilla de 30 jugadores y, además, apostar por los jóvenes". Así lo ve Ernesto Bronzetti, habitual intermediario entre los clubes españoles y los italianos: "Este problema, en el fondo, es para los tres o cuatro clubes más importantes de cada país, que son los que pueden fichar a las estrellas". Y añade: "En Italia, por ejemplo, son nombres propios. Moratti (Inter), Berlusconi (Milan), Agnelli (Juventus), Sensi (Roma)... Y los demás, nada. Sólo hay que mirar los problemas económicos del Fiorentina, el Bolonia, el Nápoles, el Lazio...".

Aunque su economía no es boyante, los españoles tienen ventaja para fichar a los extranjeros. Y es que, a principios de 2004, para atraer a empresas internacionales y ejecutivos de alto standing, en España se modificó el IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) con exclusiva aplicación para los extranjeros, de forma que, durante los primeros cinco años de residencia en el país, debían pagar el 25% -desde el 1 de enero de 2007, el 24%- del sueldo que perciben. Pasado ese periodo, subía el tipo impositivo a un máximo del 45% -desde el 1 de enero, el 43%-.

En el ámbito futbolístico, la ley se aplicó a todos los jugadores que llegaron a mediados de 2003. "Existen cinco años de régimen especial y algunos alcanzan la mitad del sexto", explica Txiki Begiristain, director deportivo del Barça. Como Ronaldinho. "Tanto a él como a Márquez se les acaba el privilegio el próximo año", advierte Ferran Soriano, vicepresidente económico del club azulgrana. Pero aclara: "A Ronaldinho seguro que le vamos a tener que hacer un contrato nuevo antes de que acabe la temporada". De lo contrario, el brasileño cobraría el mismo importe bruto, pero se le quedaría muy reducido el neto.

"Esto sólo pasa en los equipos grandes. En los pequeños o, al menos, en el Espanyol, cuando un jugador cumple los cinco años, la entidad no le paga la diferencia ni le amplia el contrato para que gane más dinero neto. Aquí la oferta es por retribuciones brutas", advierte Paco Herrera, director deportivo del cuadro blanquiazul.

Independientemente de la revisión del contrato, Ronaldinho pasará a ser como el resto de los españoles y, a costa de su club, tributará en el IRPF al tipo máximo del 43%. Salvo que, para ahorrarse impuestos, dividiese su retribución en dos contratos: uno, por el 15% del sueldo, mediante los derechos de imagen, que podría facturar al club desde una compañía radicada en cualquier país de baja tributación -así estaría casi libre de impuestos-; y otro, por el 85% restante, al que se le aplicaría el 43%. Así, en total, se le quedaría una tributación efectiva del 38-39%.

Galliani lo tiene claro. "Nosotros podríamos haber traído a Henry, pero para pagar su sueldo nos habríamos arruinado", dijo a su entorno más cercano exagerando un tanto la realidad, pero haciendo hincapié en la diferencia existente entre los países.

"La verdad es que para traer extranjeros contamos con una ventaja notable: los contratos en bruto no salen tan elevados como en otros países", conviene Begiristain. "Se puede sacar un beneficio enorme", agrega Soriano. "Pero ese 24% no es la ventaja máxima. Hay otros países, como Grecia o Bélgica, en los que el tipo aplicable es de sólo un 22% y un 18,5% respectivamente", apostilla el agente Iñaki Ibáñez.

Los jugadores españoles, sin embargo, no tienen ese trato de favor. "El problema es que para los futbolistas de aquí los impuestos no son tan ecuánimes", aduce Begiristain. "Creo que es muy injusto para los españoles", corrobora Josep Maria Orovitg, agente de muchos futbolistas desperdigados por el continente europeo. "Aunque se puedan cargar gastos, como el alquiler del piso y los derechos de imagen, los de casa salen perdiendo porque no se pueden beneficiar del régimen aplicado a los extranjeros", afirma Josep Maria Minguella, ex representante. Unas cifras igualmente inferiores a las que deben afrontar los clubes italianos, los ingleses, los franceses o los alemanes.

Cuando lleva 183 días en un país, un jugador está sometido a la fiscalidad del mismo. En Inglaterra y Francia, los clubes deben pagar un 40% del sueldo que percibe en concepto de IRPF. Y en Italia, un 43%.

"A pesar de los impuestos que deben pagar, yo creo que la mayor ventaja la tienen los clubes ingleses: el que menos cobra por los derechos de televisión ya recibe de 36 a 40 millones de euros, unas seis veces más que un club desfavorecido en España", matiza Ibáñez. "Es cierto que Inglaterra está en tipos medios de impuestos, pero eso poco les importa a los futbolistas. A mí todos me piden ir a jugar a España", asegura Bronzetti. No lo entiende así Herrera: "Todo el mundo quiere ir a Inglaterra. El jugador está muy interesado porque los contratos allí son muy importantes. A ellos sólo les interesa lo que van a ganar en limpio". Lo certifica Joseba Díaz, agente: "A los jugadores les da igual porque se interesan más por la situación deportiva y por cuánto les va a quedar neto". E Ibáñez concede: "Sí, sólo miran lo que ganan. No se les puede marear con esto".

En Italia, la prensa ha presionado para reducir la fiscalidad. Sus clubes quieren tener las mismas posibilidades de contratar a estrellas que los españoles. "No creo que eso sea correcto porque los jugadores son trabajadores como todo el mundo y no se les puede distinguir del resto", lamenta Cascella.

Pase lo que pase, el Milan, de seguir empeñado el año que viene en fichar a Ronaldinho, tendrá que pagar poco más que el Barça al cubrirse el plazo privilegiado. Así que el club azulgrana ya piensa en volver a blindarlo.

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