Los socialistas navarros desafían al PSOE y acuerdan formar gobierno con NaBai e IU
La dirección federal rechaza una alianza con los nacionalistas porque "no han cambiado las circunstancias"
El sentir mayoritario de los socialistas navarros se ha impuesto y su dirección lo ha escuchado. La ejecutiva regional del PSN decidió anoche, por sorpresa y por unanimidad, que se dan las condiciones para formar un Gobierno autónomo "de cambio" con Nafarroa Bai e Izquierda Unida. Ahora bien, la última palabra la tiene la ejecutiva federal, la competente en la política de alianzas, por lo que el PSN comunica su decisión y pide a la ejecutiva de José Luis Rodríguez Zapatero que la avale. Este vuelco ha cogido por sorpresa a Ferraz, sede de la dirección federal, que no ha ocultado en ningún momento su proclividad a un Ejecutivo de Unión del Pueblo Navarro, en minoría. UPN, liderada por Miguel Sanz, fue la fuerza más votada el 27-M., seguida de NaBai, encabezada por Patxi Zabaleta, y los socialistas de Fernando Puras.
Puras y Chivite asistieron a las reuniones de la ejecutiva y del grupo parlamentario, en las que se votó por unanimidad
La decisión causa sorpresa en Ferraz, que es favorable a un Ejecutivo autónomo de UPN en solitario
La dirección federal rechaza una alianza con los nacionalistas porque "no han cambiado las circunstancias"
El PSN asegura que el acuerdo se ajusta al programa electoral y las "expectativas de cambio"
Anoche, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, todavía sin conocer los detalles del acuerdo de sus compañeros navarros, lo rechazó de inmediato. El desconocimiento por parte de la dirección federal de este movimiento indica que en los últimos días se había producido cierto alejamiento en las posiciones, que empezaron siendo cercanas.
El breve texto difundido por la ejecutiva navarra es el siguiente: "La comisión ejecutiva regional ha conocido la posición actual de NaBai e IU, respecto de la propuesta formulada el día 5 de julio para la posible constitución de un Gobierno de cambio para la Convivencia y el Progreso de Navarra. Los acuerdos susceptibles de ser alcanzados sobre esa base se ajustan al programa electoral de nuestro partido, y responden correctamente a las expectativas de cambio ofrecidas por el PSN-PSOE y demandadas por la ciudadanía". En consecuencia, "oídos el comité regional, los secretarios generales de las agrupaciones, los alcaldes y portavoces municipales, y los representantes del partido en las reuniones de zona, la Comisión Ejecutiva Regional manifiesta su criterio favorable para la posible formación de un Gobierno de cambio, convivencia y progreso con NaBai e IU, y expresa su confianza en que la Comisión Ejecutiva Federal, a quien estatutariamente corresponde la decisión, dé su respaldo a esta alternativa".Tras este paso, el grupo parlamentario del PSN celebró su propia reunión y acordó, también por unanimidad, ratificar su apoyo al acuerdo de la ejecutiva.
La dirección federal no ha sido consciente del ambiente que se ha vivido en estas reuniones, en las que participaron tanto el secretario general, Carlos Chivite, como el candidato a la presidencia de Navarra, Fernando Puras. Así se entiende el estupor con que reaccionaron numerosos miembros de la dirección socialista al conocer este acuerdo, alcanzado ayer a las nueve de la noche. La respuesta inmediata de José Blanco no fue favorable, aunque puede cambiar una vez que Zapatero calibre la situación. Blanco, anoche, en una primera reacción de urgencia, aparentó naturalidad y se limitó a señalar: "las circunstancias no han cambiado, por lo que no se dan las condiciones para respaldar una alternativa de gobierno de esa naturaleza, y la respuesta es no", manifestó a este periódico. Otros miembros de Ferraz no dudaron en hablar de "órdago" para definir lo ocurrido, toda vez que nada se sabía de lo que estaba pasando. En el socialismo navarro se reprocha a la dirección del PSOE poca flexibilidad para atender y entender la situación en Navarra.
Lo cierto es que mientras parecía que se vivía un compás de espera y que el PSN se limitaba a explicar a su partido, en numerosas reuniones internas, el porqué de la ruptura con NaBai, tanto el secretario general como el candidato percibían la enorme frustración que había producido en su partido la ruptura con los nacionalistas y que UPN se mantuviera en el poder. En paralelo, un sector disidente, que coincide básicamente con el grupo que se sitúa en contra de la actual dirección regional desde que fue elegida, venía exigiendo que se reanudara la negociación con NaBai e IU. Chivite y Puras acogieron con preocupación este movimiento porque planteaba sus reivindicaciones de forma sonora y debilitaba, a su juicio, su posición negociadora.
Al margen de esta disidencia, tanto Chivite como Puras han comprobado en las reuniones de estos días que los militantes y muchos votantes quieren un pacto con NaBai. Unos, por convicción, y otros, por rechazo a UPN. Además, el partido regionalista no ha ayudado a suavizar la situación al exigir a los socialistas unos compromisos que les impedirían hacer oposición, según denuncia Chivite. Incluso en la dirección del PSOE, aunque proclive a que UPN gobierne en solitario, se reconoce que "las condiciones" del presidente del Gobierno en funciones, Miguel Sanz, "son inaceptables". Lo determinante anoche ha sido el resultado de las reuniones internas, en las que se exigía un nuevo intento de aproximación a la formación liderada por Patxi Zabaleta. Y se hizo. Y, desde luego, en secreto.
En fuentes del PSN se asegura que todo se cerró en la noche del martes, cuando NaBai, al parecer, aceptó la oferta para la composición del Gobierno que el PSN le hizo el 5 de julio y que, en aquel momento, los nacionalistas consideraron inasumible. Los socialistas les ofrecieron entonces dos carteras y poder elegir a dos de los seis independientes que entrarían en el Ejecutivo autónomo. Algunos de éstos, cercanos a UPN. El número dos de NaBai, Maiorga Ramírez, calificó ayer el acuerdo de "noticia positiva", informa Efe.
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